Máximo Thomsen, a cinco años del asesinato de Báez Sosa: «La condena a nosotros no sirvió en lo más mínimo»

El 18 de enero no es una fecha más para Silvino Báez y Graciela Sosa. Esa noche, de la que ya se cumplieron cinco años, su hijo Fernando fue violentamente asesinado por un grupo de rugbiers en Villa Gesell, a la salida del boliche Le Brique. A partir de ese momento comenzó la mediatización de un largo caso que impactó en la sociedad argentina y que terminó, en 2023, con la condena de los siete involucrados. Ahora, al cumplirse un nuevo aniversario de aquel aberrante asesinato, Máximo Thomsen volvió a romper el silencio.

En un mensaje por escrito que le envió a Clarín, el líder del grupo que acabó con la vida de Báez Sosa reflexionó y -a su vez dejó entrever su malestar- sobre la condena a prisión perpetua que recibió por el caso: «Creo que lo que intentaron hacer con nosotros, como una condena ejemplar para que deje de haber violencia entre los jóvenes y en la sociedad no sirvió en lo más mínimo». Esta reflexión, según palabras del mismo Thomsen, se debe a que «todos los días en los diarios siguen saliendo noticias de peleas afuera de los boliches sin importar todo lo que ha pasado», problemática que «sigue sucediendo y con más frecuencia y es algo que a uno lo lastima más, porque no se encuentra con ninguna solución a este problema social».

Por otro lado, Thomsen también agregó que «en cuanto a cómo vivo acá dentro, es como siempre, convivimos en un mismo pabellón con el resto de los detenidos compartiendo el patio y las visitas, con seguimiento psicológico una vez por semana«, además de que «tengo el acompañamiento de mi familia y mis amigos, en pareja no estoy pero sigo en contacto por el afecto que nos tenemos», esto último se debe a que en entrevistas anteriores el ex rugbier había señalado que había iniciado un noviazgo con una mujer que había conocido mientras estaba preso.

«Hola, sinceramente en estos días es difícil estar bien, siendo que van a ser cinco años de aquella noche trágica para todos, más que nada levantándose todos los días viendo cómo en los diarios siguen saliendo noticias de peleas afuera de los boliches sin importar todo lo que ha pasado.

Es como que uno reflexiona y piensa que, al fin y al cabo, creo que lo que intentaron hacer con nosotros, como una condena ejemplar para que deje de haber violencia en los jóvenes y en la sociedad, no sirvió en lo más mínimo, porque sigue sucediendo y con más frecuencia y es algo que a uno lo lastima más, porque no se encuentra con ninguna solución a este problema social.

En cuanto a cómo vivo acá dentro, es como siempre, convivimos en un mismo pabellón con el resto de los detenidos compartiendo el patio y las visitas, con seguimiento psicológico una vez por semana.

Tengo el acompañamiento de mi familia y mis amigos, en pareja no estoy pero sigo en contacto por el afecto que nos tenemos».

Lo cierto es que, una vez públicas las declaraciones de Thomsen a Clarín, Fernando Burlando, abogado de la familia Báez Sosa, salió a contestarle a quien fue señalado como el líder del cruel ataque. Via X (ex Twitter) el mediático abogado apuntó con dureza: «Thomsen, fiel a su conducta miserable, intenta ahora bajarle el precio a su condena diciendo que las peleas siguen. Confunde peras con tornillos. Su condena fue ejemplar para aquellos que como él creen que el coraje se demuestra pegándole 10 contra 1, como le pegaron a Fer hasta matarlo».

A su vez destacó que «fue ejemplar aunque sigan habiendo jóvenes que no hayan tomado nota porque si hay algo que sobra en este mundo son cobardes» y cerró indicando que «están ahí por asesinos. Las familias argentinas de bien si lo entendieron».

El sábado 19 de enero del 2019, Fernando Báez Sosa decidió pasar la noche con amigos en el boliche Le Brique de Villa Gesell. Eran sus primeras vacaciones en las que iba solo a la costa con amigos y, lamentablemente, las últimas. A la salida del local bailable y luego de un encontronazo con los rugbiers ahora condenados, el joven, de 18 años, fue brutalmente asesinado a patadas y piñas mientras estaba indefenso en el piso.

Ya al día siguiente, Thomsen, quien fue el que le dio la patada que derivó en la muerte de Báez Sosa, fue detenido junto a Matías Benicelli, Enzo Comelli, Luciano Pertossi, Ciro Pertossi, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi. En ese mismo día, también fue Thomsen (que en alguna ocasión se animó a declarar que «no soy un asesino) el que decidió inculpar a Pablo Ventura como el autor del asesinato, quien nada tuvo que ver con el caso y fue liberado a los pocos días.

A partir de ese momento todos estuvieron detenidos hasta que, en 2023, salió la condena para los involucrados: Thomsen, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Luciano Pertossi y Ciro Pertossi fueron condenados a perpetua. A su vez, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi recibieron una pena de 15 años de prisión por ser «partícipes secundarios».

A día de hoy, todos se encuentran en la Alcaldía N°3 de Melchor Romero. Allí comparten celdas de a dos y se encuentran apartados del resto de los presos. También realizan actividades físicas con empleados del penal y, según el sitio 0221, realizan actividades que forman parte de programas de reinserción del sistema penitenciario.