Qué falta para que Martínez Quarta sea refuerzo de River

Dentro del trabajo en silencio que está haciendo para reforzarse pensando en 2025 está el ágil avance de River en las gestiones por Lucas Martínez Quarta: con un visto bueno preliminar al contrato ofrecido al futbolista (hasta diciembre de 2028) resta que entre Núñez y Florencia ajusten los números del pase. Con posturas que paulatinamente se van acercando.

Marcelo Gallardo mantiene el optimismo de poder contar con el zaguero de 28 años desde el primer día de la pretemporada de enero. Una proyección que está sustentada en el ritmo de la negociación.

A punto tal que no hay demasiados millones de distancia entre lo que pretende Fiorentina (alrededor de € 8M) y lo que propusieron desde las oficinas de Monumental: en Italia trascendió que por LMQ ofertaron entre € 5M y € 6M. Una diferencia que se presume salvable para que en las próximas horas se concrete la operación.

En territorio Viola, de hecho, dan por hecho que Martínez Quarta terminará emigrando. Habrá un indicio de ello cuando Raffaele Palladino confirme la lista de citados para el partido del domingo frente a Juventus: si no lo incluye, el dossier entonces será concluyente.

Por lo pronto, Martínez Quarta tomó la decisión de regresar. Totalmente seguro del proyecto que le bajó Marcelo Gallardo a través de un emotivo y convincente llamado telefónico, tentado con la oportunidad de relanzarse y ganarse la continuidad necesaria para estar cerca de la Selección (el propio Lionel Scaloni fue enfático en ese requisito en noviembre) que no está teniendo en Fiorentina -perdió el puesto en el sprint final del año. Y de gozarla en un ecosistema conocido: en el club que completó su formación como futbolista e hizo su debut.

Del que se despidió durante la primavera de 2020, cuando la ACFF que está a punto de dejar lo compró en € 12,3 millones entre montos fijos y variables. Y al que volverá, de no mediar imponderables, para ser otra vez dirigido por el mismo entrenador/prócer/padre futbolístico que lo promovió. Y que ahora lo convocó a un desafío de alta gama: jugar el Mundial de Clubes con River.

Un River que para el Chino es su River. Porque es fanático: lo son él y su pequeño Bauti, una especie de influencer junior que desde pequeño comparte su pasión por el cuadro de su viejo. El que disfrutará, al parecer dentro de poco, de ver a Lucas con el CARP estampado sobre su tetilla izquierda.

Haciendo dúo, quizás, con ese amigo con el que coincidió tanto en la Selección como en Florencia: Germán Pezzella, compañero de zaga de 17 partidos durante su primer año en Fiorentina.

Para que esa mezcla de anhelos y proyecciones se concrete, entonces, bastará con que las directivas alcancen un acuerdo final. Algo que dan por descontado no debería demandar muchos días más.

Eso es lo que espera Gallardo, que pretende tenerl al zaguero desde el día 1 para llevárselo de pretemporada a San Martín de los Andes. Y también es lo que anhela MQ. Que sabe que su pase no es un cuento Chino sino una realidad que está por cristalizarse.