Mal de fondo: las pruebas fallidas de Gallardo en la defensa de River

Que Franco Armani se haya encargado de decir que «defendimos muy bien» y «estuvimos firmes en defensa» no significa que haya visto otro partido en La Plata. El mensaje del capitán es un espaldarazo para una última línea que viene dando importantes ventajas y que lo obligó a trabajar más de la cuenta. No por nada, el #1 acumuló nueve atajadas ante Independiente Rivadavia y 10 contra Estudiantes, cifras récord en su ciclo en River que reflejan que las pruebas que viene haciendo Marcelo Gallardo en la zaga no dejan las notas esperadas, con alumnos que no aprovecharon la chance y se llevaron un reprobado que les costará levantar en diciembre.

Al mirar hacia el fondo, Germán Pezzella se asoma como el único pilar indiscutido. El campeón del mundo llegó para darle un salto de calidad a una zona sensible, pero la lesión muscular que todavía le impide volver a las canchas por una evolución que no fue la esperada lo obligó al Muñeco a hacer diferentes combinaciones en la zaga con resultados negativos.

Los primeros en sentarse a rendir fueron Leandro González Pirez y Federico Gattoni y fueron bochados tras 90′ para el olvido, en los que Sebastián Villa los volvió locos. LGP quedó enganchando y habilitó al colombiano en el 1-0, se mostró endeble y flojo en la marca y encima vio la roja en el escándalo del final. Y el ex San Lorenzo, tras aquel partido vs. Defensa en el que fue expulsado por doble amarilla, tuvo otra oportunidad y la desaprovechó: perdió en los duelos, estuvo mal parado y tuvo injerencia en los goles.

En Núñez, siempre con confianza en el semillero, se cansaron de pedir por Daniel Zabala. Muchos hinchas cuestionaron a Gallardo por la decisión de priorizar al central que llegó con Demichelis y relegar a un defensor formado en el club. Sin embargo, el joven fue titular en UNO y tampocó convenció. La tapada de Armani y la posterior mano de Palacios en el gol del Pincha anulado vía VAR lo salvaron del error que cometió por querer salir jugando en el área y perder la posesión con José Sosa.

Impreciso y a destiempo a la hora de ir a marcar, más allá del respaldo de MG porque «la no actividad puede pasar factura», y que levantó en el ST, el pibe no alcanzó el nivel de seguridad que lo llevó a destacarse en sus primeros minutos en River, en los que hizo olvidar a Paulo Díaz. Y si del chileno se trata, aunque esté alejado de su mejor versión, sigue un escalón por encima del resto a la hora de acompañar a Pezzella cuando vuelva a las canchas.

Con Funes Mori más afuera que adentro con sólo 405 minutos días de exámenes, Gallardo remarcó que esperará al cierre de la LPF para enfocarse en las altas y bajas. Sin embargo, en la búsqueda de sentirse pleno en 2025, en Núñez se vislumbra que en el fondo serán varios los que no van a pasar de año…