Maravilla Martínez: el malestar a mitad de año, su relación con Salas y un desafío superado en Racing

Adrián Martínez hoy disfruta de la gloria como todo Racing, pero en el camino hacia el gran objetivo, en el transcurso del año, hubo algunos chispazos que salieron a la luz. Incluso, con sus declaraciones había dejado claro que veía con buenos ojos la posibilidad de irse del club a mitad del año si aparecía alguna buena oferta. Ahora campeón de la Copa Sudamericana, en la que terminó como el máximo goleador (10) al igual que Yuri Alberto, el delantero se refirió a aquella etapa de aguas agitadas.

«El fútbol es chico y todos nos conocemos. Por ahí te enterabas de que llamaba otro equipo. En Racing decían que yo no estaba a la venta, pero los interesados querían pagar la cláusula (8.000.0000 de dólares)… Ahí era el problema: si no me querés dejar ir por el total de la cláusula, dame algo vos… Después, yo le dije a Gustavo (Costas) que me quería quedar. Acá hay un plantel para salir campeón, lo armaron a principios de año», arrancó Maravilla en diálogo con TyC Sports, luego de convertir el segundo tanto del 3-1 sobre Cruzeiro.

El autor de 29 goles en 47 partidos por todas las competencias, de enorme importancia en el equipo, también tuvo gratitud por las puertas que le abrió el club de Avellaneda: «Si en algún momento hubo un enojo mío, por decirlo así… En realidad nunca me enojé porque yo siempre estuve agradecido con Racing. Podría haber traído a cualquier delantero porque tiene la plata y en un escudo grande al que cualquiera quiera venir».

Había llegado a la Academia en el verano pasado, después de meter 18 goles en Instituto. Pero muchos dudaban de respondería en la Academia. Poco tardó en despejar esos interrogantes. «No es fácil venir, agarrar una camiseta tan importante como ésta y hacer goles. Creo que nos salió bien a todos. Me ayudó a mí también a hacerme un nombre. Podría haberme ido a otro lado a ganar más plata, pero no a hacer historia con un título internacional. Somos campeones después de muchos años. De mi parte, siempre agradecido con la dirigencia por la oportunidad de jugar en Racing».

Maravilla formó con Maximiliano Salas una dupla atacante muy poderosa. Con hambre, lucha, intensidad para ir a todas las pelotas. Y mucha conexión entre ellos, tanto adentro como afuera de la cancha. «A Maxi lo aprecio mucho. Es una persona humilde como yo y nos entendemos. Concentro con él, compartimos mates. Desde el primer día fue uno de los que me vino a hablarme. A veces no se le da el gol, pero el esfuerzo que hace, los pases gol que mete, lo que corre».