Final caliente en Huracán – Boca: el penal anulado por el VAR que desató el enojo del Globo

El cierre del Huracán–Boca, que terminó en un 0-0 aburrido, dejó una jugada controvertida que acaparó la atención y sumó tensión a un partido sin emociones. En los minutos finales, Walter Mazzantti protagonizó una acción que parecía darle al Globo la oportunidad de romper el empate y pasar a Vélez en la cumbre de la Liga Profesional, pero una decisión cuestionable de Hernán Mastrángelo y la intervención del VAR terminaron anulando cualquier chance.

Todo comenzó con una desatención defensiva de Boca que permitió a Mazzantti superar a Marcelo Saracchi y al arquero Sergio Romero. La jugada, que tenía destino de gol, fue interrumpida por Mastrángelo, quien cobró penal tras interpretar un empujón de Saracchi o una supuesta infracción de Romero. Sin embargo, ninguna de las dos existió: Saracchi apenas rozó a Mazzantti sin alterar su trayectoria, y este último perdió el equilibrio tras pisar a Romero en el área chica.

El error del árbitro se amplificó porque detuvo la jugada con la pelota viva y el arquero en el piso, privando a Huracán de una clara ventaja que pudo haber culminado en gol. Además, la decisión inicial ignoró que el pisotón de Mazzantti a Romero terminó siendo determinante en la caída del delantero. Fue entonces cuando el VAR, comandado por Germán Delfino, corrigió el cobro del penal al advertir el contacto del jugador del Globo con el arquero.

A pesar de que el VAR anuló la sanción del penal y cambió la decisión a tiro libre defensivo para Boca, las críticas hacia Mastrángelo no cesaron. Su apresuramiento en pitar, sin dejar que la acción siguiera su curso, impidió que el VAR pudiera revisar una posible ventaja a favor de Huracán. Además, queda la duda sobre cuál fue la falta específica que observó en primera instancia, ya que las imágenes no respaldan ninguna infracción de Saracchi ni de Romero.

Los jugadores de Huracán no ocultaron su frustración, reclamando también un empujón de Saracchi sobre Mazzantti, que en la repetición se vio insuficiente para considerarse una falta. En cambio, el gesto del árbitro al detener el juego antes de que la pelota cruzara la línea de gol fue lo que más encendió las críticas, no solo de los futbolistas, sino también de los hinchas presentes en el Palacio Ducó.