23/11/2024 21:52hs.
Gustavo Costas no tiene nada rojo. Hasta los ladrillos de su casa deben ser de otro color. Cromáticamente incompatible con el colorado y afines, el deté de Racing vivió una situación divertida este sábado: cuando la organización se disponía a entregarle el premio al mejor entrenador de la Copa Sudamericana -una camioneta de la firma MG Motor- el entrenador intentó rápidamente evitar tomarlo con sus manos al ver el tono de la caja…
Al observar el trofeo que el representante de la subsidiaria de la automotriz china SAIC estaba por entregarle, Costas se dio vuelta rápidamente para decirle algo al oído a Agustín Almendra. “¿La podés agarrar vos? Tiene rojo…”, le susurró en confianza, aunque la imagen y su speech quedaron registradas por las cámaras apostadas en la sala de conferencias de la Nueva Olla.
Finalmente, luego de amagar con quitarse la camiseta de Racing -¿para no tenerla puesta con algo rojo en sus manos?- sonrió ante los flashes agradeciéndoles a los asiáticos el obsequio. Aunque la anécdota no terminó ahí: mientras los fotógrafos tomaban las instantáneas de momento risueño, uno de los periodistas lo chicaneó con el color de la caja. “Me lo hicieron a propósito, ja”, deslizó el entrenador de 62 años.
Sin embargo, la anécdota no quedó ahí. Porque en plena ceremonia improvisada, Almendra fue quien tomó la palabra intentando manguearle al entrenador de 62 años su flamante chata. “Ey, contales a todos que vas a sortear la camioneta para el plantel”, lo intentó convencer el volante central. La reacción de Costas, instantánea: lo miró de reojo con una sonrisa socarrona, le preguntó un sorpresivo “¡¿qué?!” y luego le cantó retruco a Agustín.
“¡La sorteo cuando juegues 90 minutos!”, lanzó Costas a modo de chanza, tomando el micrófono que tenía en sus manos Maravilla Martínez. Y, acto seguido, le dio una palmada en la espalda a Almendra, quien se fue entendiendo que no había chances de que el automóvil pudiera tener otro dueño que don Gustavo.
Costas y su rechazo al color rojo
Costas nunca ocultó esa especie de fobia que tiene por el color rojo. Algo que está ligado estrictamente a su fanatismo por Racing, por supuesto. “Es algo de familia ya, je. En mi casa tampoco… Acá nadie puede usar el rojo. No tengo nada rojo…”, le contaba a Olé hace unos meses. Admitiendo que incluso en Independiente Santa Fe, club colombiano en el que llegó a consagrarse varias veces campeón, evitaba lucir su patrón cromático característico.
“Yo iba con una (remera) de color gris. Y ahí es donde gané más campeonatos: cinco. Y cada vez que salíamos campeones, nos daban la roja pero yo la llevaba en la mano. El equipo se llama Santa Fe, ja… Yo a ellos les hablaba siempre de Racing. Es más, uno de los pibes de la barra de Santa Fe tenía el escudo de Racing. Al día de hoy ellos me llaman por teléfono…”, confesaba en la misma entrevista.
En Paraguay, de nuevo, se tuvo que topar con ese color. Pero esta vez para recibir un premio. Y valía la pena el esfuerzo de tocarlo.
Fuente: Olé