La fiesta del campeón: Racing se quedó con la Copa Sudamericana

La Nueva Olla se tiñó de celeste y blanco en una tarde que Racing jamás olvidará. Luego de imponerse ante Cruzeiro en la final de la Copa Sudamericana, la Academia celebró su conquista con un despliegue de emoción y alegría que envolvió tanto a jugadores como a hinchas. Desde los primeros abrazos en el campo hasta los cánticos que resonaron en cada rincón del estadio, la fiesta de Racing fue tan intensa como merecida.

El primero en protagonizar los festejos fue Gustavo Costas, quien, fiel a su estilo apasionado, recorrió el campo de juego abrazando a cada uno de sus jugadores. Los momentos más emotivos llegaron con Gabriel Arias y Leonardo Sigali, los capitanes y referentes del equipo, con quienes Costas compartió abrazos cargados de significado. Pero el técnico no solo dirigió, también se sumó a las canciones, empujó en broma a sus dirigidos y celebró como si fuera uno más del plantel, dejando en claro su conexión con el grupo.

Las canciones típicas, que se entonan todos las fechas en el Cilindro, marcaron el ritmo de la celebración. Minutos después de haber sonado el silbatazo final, los jugadores y la hinchada se unieron en un potente «Muchachos, traigan vino, juega la Acadé». De cara a la Guardia Imperial, los protagonistas entonaron el canto que ya es un clásico del fútbol nacional, mientras más de la mitad del estadio se sumaba a coro. La comunión entre jugadores e hinchas fue total, consolidando una fiesta que parecía no tener fin.

La presencia de Víctor Blanco, presidente de Racing, aportó otro toque emotivo a la celebración. Apenas terminado el partido, Blanco ingresó al campo de juego para saludar uno a uno a los jugadores, compartiendo con ellos un momento que refleja el trabajo y la dedicación de todo el club. También estuvo presente El Pepo, que había animado la previa del partido para los hinchas racinguistas y no quiso perderse la oportunidad de celebrar junto al plantel en el terreno de juego.

Pero los festejos no estuvieron exentos de las tradicionales dedicatorias. Después de que Racing levantara el trofeo, el DJ del estadio decidió musicalizar el momento con «Comadre compadre», de Los Fatales, una clara invitación para que la hinchada dedicara el título a su clásico rival, Independiente. Como era de esperarse, los cánticos resonaron en la Nueva Olla: «Rojo, la con***, la con***, la con***, la con*** de tu madre», marcando una de las postales más pintorescas de la noche.

Racing vivió una fiesta que quedará en la historia del club. Con música, emoción y una comunión única entre jugadores e hinchas, la Academia celebró un título que no solo engrosa su palmarés, sino que reafirma su identidad y pasión. Desde el corazón de Paraguay, Racing desató una alegría que ya forma parte del alma de su gente y que será recordada por un largo largo tiempo.