La Generación Dorada tuvo su noche mágica

En una noche mágica, soñada, un estadio repleto les dio la bienvenida a los 12 integrantes de la Generación Dorada que ganaron la medalla de oro de básquet en Atenas 2004, hace 20 años. El legado de Pepe Sánchez, Manu Ginóbili, Chapu Nocioni, Luis Scola, Fabricio Oberto, Alejandro Montecchia, Carlos Delfino, Walter Herrmann, Leo Gutiérrez, el Colo Wolkowyski, Hugo Sconochini y Gabriel Fernández es y será eterno.

Y este sábado, en Parque Roca, cerraron un ciclo mágico con ese acercamiento con el público que se debían: fue la primera vez que los 12 estuvieron en una cancha recibiendo el cariño de su gente, luego de aquella final contra Italia.

El “Dale campeón, dale campeón…” no paró de sonar durante toda la noche en Parque Roca, con miles de fanáticos disfrutando en las tablas y con deportistas y celebridades de la talla de Paula Pareto, Juan Martín del Potro, Germán Chiaraviglio, Marcos Milinkovic, Duki, Luquitas Rodríguez, Paulo Londra y Germán Beder, entre otros. La mayoría de ellos, se calzó la camiseta y acompañó a los históricos jugadores en la cancha.

El resultado es anecdótico (71-68 para los blancos), porque la noche entera fue una fiesta. En los entretiempos hubo torneo de triples, videos con mensajes por las pantallas del estadio y un show musical de Coti. Pero lo más emocionante llegó en el último cuarto, cuando los hijos de la Generación Dorada entraron a la cancha para jugar con sus papás.

Hasta Gregg Popovich se prendió a la fiesta, con un sentido y trascendental mensaje para esta selección histórica y, en especial, para Manu Ginóbili, con quien tantas alegrías compartió en San Antonio Spurs. «Estoy muy contento por todos ustedes, lo que lograron no va a suceder nunca más en ningún lugar. Todavía estoy tratando de entender como se dio que todos ustedes coincidan. La rompieron, se lo merecían», aseguró.

Otro momento inolvidable, y sin dudas, de los más emotivos de la noche, fue el homenaje, por parte de la mismísima Generación Dorada, a Ricardo González, capitán de la Selección Argentina campeona del Mundo en 1950. A los 99 años, el histórico ex jugador estuvo presente en el estadio y se llevó una merecida ovación de todos los presentes.