30/10/2024 22:58hs.

La pasión por el fútbol, por una divisa, es maravillosa, y es capaz de producir fenómenos como el que protagonizaron los hinchas de River el martes, cuando armaron una recepción formidable para un equipo que salía a intentar remontar un 0-3. Fue un espectáculo de luces, sonidos y colores que los que fueron al Monumental difícilmente olvidarán en su vida.

Esa misma pasión nos hace olvidar también lo que está prohibido, y por qué; el peligro que significa acumular pirotecnia en baños y depósitos de una tribuna, y que sea manipulada por gente que no está entrenada ni autorizada a hacerlo; de ese festival de bengalas, a River le quedará un recuerdo entrañable y una sanción del Gobierno de la Ciudad que le reduce el aforo para el partido de mañana con Banfield, más una multa de la Conmebol.

Pero otra cosa que no debe nublar el humo de las pasiones es todo lo que queda después de otros 90 minutos en los que el equipo, en la cancha, no consiguió meter un gol.

No puede hacer olvidar que se consumó la previsible eliminación de la Copa Libertadores, el gran objetivo del año, en el primer cruce con un rival brasileño; el primero con un adversario de cierta envergadura copera. Que River había llegado hasta la semifinal por un camino bastante amable, al punto que lo hizo sin alcanzar un nivel convincente y con una descomposición progresiva de la relación entre sus jugadores y su DT. Al punto que ese DT con el que se convirtieron en el equipo mejor colocado en toda la fase de grupos, lo que le permitía definir todos los cruces de local, se tuvo que ir.

Y no debe hacer olvidar que traer al gran hacedor del River de América, la presencia portentosa de Marcelo Gallardo, no puede cambiar todo por generación espontánea, ni garantizó que se pudiera en pocas semanas, como en su ciclo anterior, mejorar a sus jugadores y acertar todos los planteos y cambios.

Gallardo es un entrenador, no puede ser un talismán (Foto Marcelo Carroll).Gallardo es un entrenador, no puede ser un talismán (Foto Marcelo Carroll).
Mineiro fue el primer brasileño que se le cruzó a River en la Copa (EFE / Juan Ignacio Roncoroni).Mineiro fue el primer brasileño que se le cruzó a River en la Copa (EFE / Juan Ignacio Roncoroni).
Gol bye, River: cómo la eliminación le precipitó el recambio a Gallardo

Mirá también


Gol bye, River: cómo la eliminación le precipitó el recambio a Gallardo

Secuelas de un recibimiento histórico en River: la Ciudad clausuró una tribuna del Monumental

Mirá también


Secuelas de un recibimiento histórico en River: la Ciudad clausuró una tribuna del Monumental

Fuente: Olé

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *