Colapinto ya llegó a Brasil y causa furor: toda la gente pregunta por él

Desde que uno aterriza en el Aeropuerto de Guarulhos que puede notar que el expectativa por la Fórmula 1 ya es total: personal de migraciones preguntando por la carrera, el chofer de Uber charlando sobre la cantidad de argentinos que llegarán a la ciudad más poblada de Brasil para vivir la 21a fecha del torneo y hasta los dos baristas de una cafetería de especialidad consultando sobre si era posible acercarse en algún momento a Franco Colapinto para sacarse una foto. Y la misión no es sencilla para aquellos que quieran estar con el pilarense de 21 años, cuya figura parece haber eclipsado hasta la lucha por el campeonato. Es tendencia total y en San Pablo, donde siempre existe la rivalidad (futbolera) entre Argentina y Brasil, está causando un furor digno de estudio.

Mientras las personas culminaban con sus jornadas laborales y la actividad por la ciudad empezaba a mermar, el segundo volante de la escudería Williams arribó al país y puso marcha rumbo al hotel ubicado en la zona de Vila Andrade (antes se sacó algunas fotos con quienes se encontraban en el predio) para empezar a preparar lo que será su sexto paso por la Máxima. Después de lo vivido en Monza, Bakú, Singapur, Austin y México, se encontrará con su gran prueba de fuego. Es que mientras los rumores de una posible llegada a Red Bull (sí, al equipo de Max Verstappen y no a RB) empiezan a ganar fuerza, el pilarense no debe perder la concentración y tiene que continuar con su plan: completar cada una de las carreras tratando de ser lo más competitivo posible y reducir a la más mínima potencia cualquier tipo de error.

Ahora bien, en Brasil podría encontrarse ante una situación inédita. Una de más de las tantas que ya superó con creces en el tiempo que lleva en la categoría más importante del mundo motor. Por primera vez podría enfrentarse a la lluvia en un auto de F1. San Pablo amaneció este miércoles entre nubes y un sol que trata de asomarse pero que pierde la batalla con el cielo gris. Y si uno mira el pronóstico extendido para el fin de semana se esperan lluvias tanto el sábado como el domingo. Eso sí, Olé les consultó a algunos locales sobre las cuestiones climáticas y recibió una misma respuesta: «Puede que varíe, es algo que suele ocurrir». Incluso, se decía que el agua podía caer desde el mismo jueves y según las apps de los teléfonos ya solo se asomaría el fin de semana.

En avión (en el vuelo en el que vino Olé se vieron chombas y gorras con los colores de Williams), en micro, en auto o hasta en motorhome. El público argentino tenía marcada con un círculo rojo el fin de semana del 1-2-3 de noviembre. Y, desde que se confirmó el ascenso de Franco al Gran Circo, el número de consultas a agencias de viaje y de ventas de entradas aumentó considerablemente. De hecho, hasta se armó un grupo de WhatsApp con más de 800 personas -del cual Olé forma parte- en la que se van contando novedades. Con una catarata de mensajes que se envían por hora, el foro se encuentra organizado: hay subcanales según la actividad y el sector de los tickets.

Además de lo que se espera en las tribunas, donde muchos fanáticos llevarán una camiseta con el #43 de FC o con la típica celeste y blanca de la Selección, habrá un banderazo (pautado para el sábado a partir de las 20 en la Plaza Alexandre De Gusmao) en la que se cantarán canciones dedicadas al piloto nacional.

La fiesta es total. Claro, pasaron 23 años para que el público tuerca argentino pudiera volver a ilusionarse con un volante de nuestra tierra en la Fórmula 1.