Peñarol vs. Botafogo: se jugará en el Centenario de Montevideo, con hinchas brasileños

Las alarmas están sumamente encendidas en todo Uruguay por un partido de fútbol. Sí, la revancha entre Peñarol y Botafogo tiene en vilo a todo un país. Producto de la violencia que hinchas del Carbonero sufrieron la semana pasada, en el país oriental se teme por una venganza hacia los simpatizantes del club carioca, que en la ida ganó 5-0 y buscará sellar su pasaje a la final. En principio, a partir de una reunión con el ministerio del Interior, el Manya había anunciado que el partido se iba a jugar sin visitantes en su cancha. Sin embargo, hubo un cambio de último momento…

Este martes, pasadas las 19.30 de Argentina, Conmebol anunció a través de sus redes que se cambiará la sede del encuentro por seguridad y que habrá finalmente hinchas del Fogao en Uruguay a pesar de la idea inicial. El encuentro, previsto para este miércoles a las 21.30, será en el estadio Centenario de Montevideo y no en el Campeón del Siglo, la casa del Carbonero.

La CONMEBOL recibió la solicitud para que el partido entre el Club Atlético Peñarol y el Botafogo de Futebol e Regatas sea disputado en el Estadio Centenario de Montevideo, por recomendación de seguridad del Ministerio de Interior de la República Oriental de Uruguay.

En ese sentido, la CONMEBOL presta su conformidad a la recomendación del Ministerio de Interior y determina el nuevo estadio para el compromiso.

La CONMEBOL recuerda que, según las normativas aplicables al torneo, la responsabilidad de organización del partido, incluyendo los aspectos de seguridad, es de responsabilidad del club local, en ese caso el Club Atlético Peñarol. Asimismo, recalca que todos los costos relativos al cambio de escenario serán de responsabilidad del club local.

Ya en conferencia de prensa una vez hecho público el anuncio, el presidente Ignacio Ruglio de Peñarol lamentó haber tenido que ceder la localía. Acá, las frases más destacadas.

«Mañana el partido se jugará en el Estadio Centenario. En estas horas hemos estado en conversaciones con CONMEBOL, la realidad es que el documento de la Confederación advertía que si Peñarol y el Ministerio no daban las garantías para jugar con ambas parcialidades iban a tomar la resolución de jugar a puertas cerradas o en el exterior. Negociamos y siempre la respuesta fue la misma. CONMEBOL tiene varios antecedentes, fue tajante en que ya habían sacado una final Boca-River a Madrid y que no tenían ningún problema en sacar el partido de este jueves», arrancó el directivo.

«Los jugadores, la parte deportiva y nosotros queríamos jugar este partido con nuestra gente y no a puertas cerradas, fue por eso que buscamos un camino de entendimiento que no prosperó, y tuvimos la recomendación de la AUF y del Ministerio del Interior de jugar en el Estadio Centenario con gente. En un inicio no nos gustó, porque era un precedente de salir de nuestra casa y es algo que no queremos permitir, pero en este caso, como el que organiza es CONMEBOL, nos iba a sacar de acá y no teníamos más tiempo», continuó.

«El Ministerio del Interior fue bien claro en que no habilitaba las dos parcialidades en el Campeón del Siglo y sí en el Centenario, por un tema de las vías de acceso a la tribuna Colombes. Hablamos con Diego Aguirre, hablamos con los jugadores, todos queríamos jugar en el Campeón del Siglo, pero estuvimos de acuerdo en que no podíamos jugar a puertas cerradas. Nos molestó mucho, pero la única salida era jugar en el Centenario», agregó.

En la previa de la semifinal de ida de la Copa Libertadores, un grupo de hinchas de Peñarol fue reprimido y atacado por la policía de Brasil. Como si fuera poco, muchos de ellos también fueron, en medio de la batalla campal, asaltados por simpatizantes de distintos equipos locales como Fluminense y Flamengo. Con más de 200 detenidos, las autoridades del Manya apuntaron contra la Conmebol por permitir que los partidos se sigan jugando en este punto geográfico, donde no es la primera vez que la parcialidad visitante es agredida.

De hecho, los argentinos padecieron situaciones similares e incluso peores. Solo teniendo en cuenta lo que ocurrió durante la última semana, tanto simpatizantes de Racing como de River y Lanús (los únicos tres equipos argentinos que siguen en competencias internacionales) fueron emboscados, golpeados o maltratados por pares locales o las mismas fuerzas armadas. No obstante, los antecedentes son mucho más extensos: San Lorenzo, Boca, Estudiantes y Argentinos Juniors, entre otros, también lo padecieron.