La insólita experiencia de un argentino campeón en Armenia: lluvia torrencial, nieve y goteras

Es muy raro de ver que a un tenista le pase todo lo que tuvo que atravesar Juan Pablo Paz (606°) en la última semana en el ITF M15 de Tsaghkadzor, en Armenía. Como lo dijo él, «una de las semanas más locas que jugué en toda mi vida». El oriundo de Berazategui, que en su momento habló con Olé sobre su canal de YouTube donde sube vlogs y hasta prende streams, viajó hasta suelo armenio para disputar uno de los dos torneos que se juegan en la comuna perteneciente a la provincia de Kotayk y tuvo que atravesar las mil y una. Eso sí, todo valió la pena, porque terminó con sonrisas.

Aunque en el archivo quede registrado como el campeón de la edición del certamen disputado en 2024, para Paz puede ser, muy probablemente, el torneo y la consagración que más recordará de toda su carrera: en el medio de la semana se largó una tormenta torrencial que luego se transformó en nieve, le cambiaron la superficie dos veces de polvo de ladrillo a cemento indoor, donde no había ganado nunca, y con un frío de aquellos, cortó una racha de más de tres años sin salir campeón.

El torneo se realizó en el Tsaghkadzor Sport Center, un complejo de canchas y gimnasios en el medio de las montañas a 2.000 metros por encima del nivel del mar. Todo iba normal para Juampi: le había ganado la primera ronda al local Mikayel Avetisyan por 6-1 y 6-2 y al otro día tenía su segundo encuentro, pero «llegó la lluvia, y el torneo pasó de ser de polvo de ladrillo a cemento indoor, superficie que nunca había ganado un partido en mi vida». Los octavos de final con el español Alvaro Bueno Gil y los cuartos ante el checo Yvo Panak tenían el condicionante del piso, que para variar, tenía charcos de agua. «No gane solo uno, sino dos», le contaba Paz a la AAT, ya con un gustito a épica con lo que venía haciendo en las canchas.

La lluvia cesó y el polvo de ladrillo volvió a estar en condiciones para que Juampi juegue el dobles, aunque solamente por unas horas: «Terminé jugando el dobles bajo prácticamente una tormenta de nieve, cosa que nunca antes había visto en mi vida«. Además, las gélidas temperaturas complicaban la situación.

Finalmente, el domingo fue el día de la gran final, pero la nieve cubrió todas las canchas al aire libre y el de Berazategui ya se estaba calzando las zapas para el cemento de indoor, pero «el sol salió, la nieve se derritió y terminamos jugando la final sobre polvo de ladrillo, con un frío que nunca había pasado en mi vida».

El húngaro Gergely Madarasz (786°) fue la víctima del argentino, y tras el 6-3 y 6-4 en el score, gritó campeón, cortando una racha personal de 34 meses sin levantar una copa. La última había sido en el ITF M15 de Antalya, en Turquía, el 7 de noviembre del 2021. Asimismo, se trató del tercer título de esta categoría en su carrera; antes había ganado el ITF M15 de El Cairo, en febrero del 2020.

«Acaba de terminar una de las semanas más locas que jugué en toda mi vida. Todo arrancó como una semana normal, común y corriente, sin problemas, hasta el jueves, donde llegó la lluvia, y el torneo pasó de ser de polvo de ladrillo a cemento indoor, superficie que nunca había ganado un partido en mi vida, hasta esta semana donde no gane solo uno sino dos. El sábado, la lluvia paró y se decidió volver a jugar el torneo sobre polvo de ladrillo, cosa que a la mañana estuvo todo bien, hasta la tarde donde terminé jugando el dobles bajo prácticamente una tormenta de nieve, cosa que nunca antes había visto en mi vida», dijo.

Y siguió: «El domingo, arrancó todo cubierto de nieve, todo blanco, cosa que me llevó a pensar que íbamos a jugar la final de single sobre cemento indoor. Pero no, el sol salió, la nieve se derritió y terminamos jugando la final sobre polvo de ladrillo, con un frío que nunca había pasado en mi vida. Y después de tres años, vuelvo a levantar una copa».