Polémica: ¿por qué el VAR convalidó el gol en contra de Boca a pesar de haber mano?

Había mucha calentura en Boca luego del superclásico con River. ¿El motivo? El gol anulado a Miguel Merentiel, en la última jugada del partido, por mano de inmediatez. La crítica del Xeneize no giraba solamente en torno al 1-1 anulado, sino también al gol convalidado a Miguel Ángel Borja contra Atlético Tucumán, en el que también había un brazo involucrado. Y en Victoria, en el debut de Fernando Gago como DT, se vivió una situación similar…

En su visita a Tigre, el Xeneize se encontró con un panorama adverso tras un gol local cargado de polémica. A los 27 minutos, un corner desde la derecha fue el punto de partida de la controversia. Ramón Arias logró bajar la pelota y Nehuén Paz anotó gracias a un desvío en Marcos Rojo, que dejó sin posibilidades a Sergio Romero. No obstante, con las repeticiones, estaba claro que la pelota había pegado en la mano de un jugador del Matador.

Los reclamos no tardaron en llegar desde el banco de Boca, donde Milton Giménez, quien había visto cómo sus goles en encuentros anteriores fueron anulados por decisiones similares, lideró la protesta. La situación se tornó tensa mientras Echenique decidió pausar el juego para que los encargados del VAR, Lucas Novelli y Luis Lobo Medina, revisaran la acción. Y, tras varios minutos de deliberación, el gol fue confirmado, lo que desató la ira del Xeneize.

Entonces, si hubo mano, ¿por qué el VAR terminó convalidando el gol? Es fundamental determinar si la mano corresponde a Nehuén Paz, autor del gol, o a Ramón Arias. Esto es relevante porque, hasta hace unos años, el reglamento era claro: no se podía permitir ninguna mano previa a un gol, ni del jugador que lo convertía ni de un compañero en la jugada. Sin embargo, la normativa ha cambiado. Ahora, solo se anulan los goles por «manos de inmediatez» por aquellas cometidas por el autor del gol (no de otro jugador) en el momento previo a marcar, como la de Milton Giménez contra River.

Esto significa que el VAR determinó que la pelota no fue bajada con la mano por Paz, el autor del gol, sino por Arias. En este contexto, los árbitros en la cabina (al igual que el juez principal en el campo de juego) deben evaluar si la mano es sancionable, como cualquier otra mano en otro sector. Al decretar el 1-0 de Tigre, es evidente que tanto Novelli como Lobo Medina no consideraron la mano una infracción, sino como un hecho casual, y considerando que no había «error claro y manifiesto» de Echenique como para llamarlo a revisión.

Esto es: si Echenique la vio (algo que no está claro), no le pareció cobrable, y si no la vio, a Novelli no le pareció que había que invitarlo a revisarla por entender que fue accidental. A favor de esa interpretación está el flipper de rebotes cortos (cabeza, rodilla y luego mano) que no daría tiempo a Arias a mover su mano; en contra de esa mirada, el jugador se ayuda con la mano para que la pelota rebotada le quede muerta a Paz, y eso podría considerarse deliberado.