Las sensaciones del Huracán Milton en sus primeros meses en Boca, entre festejos y goles anulados

Su historia en el fútbol no es la habitual. Si bien se van repitiendo algunos casos de jugadores que transitan categorías del ascenso antes de llegar a Primera (y destacarse), el caso de Milton Giménez tiene el plus de haber ya conseguido ponerse la camiseta de Boca. Y en sus primeros meses, dejar en claro que la situación no solo no lo superó sino que ya pudo mostrar que está más que a la altura.

Es que ni siquiera los cinco goles que ostenta el Huracán Milton (un apodo de chiste fácil ante la situación climática en Estados Unidos) en sus primeros 14 partidos con la azul y oro dimensionan cuánto impresionó el goleador a la gente y puertas adentro en el club desde su llegada. Y eso va más allá de que las estadísticas podrían casi duplicarse porque -teniendo en cuenta su efectividad y los goles que no aparecen en la estadística entre no atribuidos y anulados- el 9 de Boca lleva un festejo cada 87 minutos.

A propósito del primero de esos goles no convalidados, Giménez prefiere no quedarse en la bronca que significó el despojo de haber empatado un superclásico en el último minuto: «Dura la bronca, pero ya fue. Tenemos que pensar en lo que viene. Encima Nicolás (Ramírez) es amigo de un vecino mío y lo veo seguido, pero no creo que le diga nada, a ver si después me perjudica otra vez», contó en su charla con Desde la Boca, la revista oficial del Xeneize en referencia al tanto que el árbitro y el VAR le anularon y que hubiese significado el 1 a 1 ante River el sábado 21 de septiembre.

Pero sus palabras en la publicación no sólo giraron en torno a esa situación, sino que abarcaron todas sus primeras impresiones ante su llegada al club. «Las instalaciones y la atención en el Predio son espectaculares. No falta nada, todo es de Primera. Y después o, mejor dicho, antes está la gente: Boca es una locura hermosa», definió.

Entre sus recuerdos, además del repaso que hizo sobre sus inicios y su carrera, la entrevista rescata dos momentos particulares. Uno, con la confesión de que sus inicios fueron como marcador central («por eso me siento cómodo dentro del área»). El otro, de una noche muy especial, en la que una Bombonera festiva celebraba la obtención de la Copa Argentina 2021 con el compromiso ante Central Córdoba, en un partido que tendría cifras históricas: una victoria 8 a 1 donde Milton anotó -de penal- el único tanto del Ferroviario. «Mejor olvidar ese partido», tiró el delantero.

Sobre sus goles en Boca, se animó a elegir al de la tijera ante San Lorenzo como el más lindo, aunque también destaca el de taco ante Barracas y su recuerdo agridulce del tanto ante Cruzeiro que -en definitiva- no aportó tanto por la eliminación en los penales. Sí, aunque resulte increíble, en pocos meses -Milton llegó a Boca en el mes de julio- ya tiene una galería de goles para elegir.

Y a esos cinco registrados le faltan el que metió en su debut absoluto, ante Defensa y Justicia en Varela, que el árbitro le dio a Kevin Gutiérrez en contra, más el que no le cobraron con River y -también- el que el último domingo (luego de la nota que dio), Leandro Rey Hilfer le anuló por otra mano previa. Sin embargo, poco le debe importar al Toro (como le dicen en el Predio), porque vino a meterla sin pensar y en eso anda. Esperando sus chances, y soplando como un verdadero Huracán.