Las tres polémicas de Argentina – Brasil: dos reclamos de la Selección y la gastada de un rival

La Selección Argentina de futsal cayó por 2-1 en la final del Mundial ante Brasil y se quedó con otro subcampeonato del mundo. Jugó un partidazo la Albiceleste, porque mereció mucho más e hizo figura al arquero de una Verdeamarela que aprovechó desatenciones en sus dos tantos. Aunque los de Matías Lucuix también atravesaron algunas situaciones polémica, dos de ellas, en el desarrollo del partido y que podrían haber influido, claro, en el resultado.

¿Qué sucedió? En menos de diez minutos de juego, hubo una falta desmedida de Brasil (ya ganaba 1-0) a la Selección. Pito llegó tarde a disputar una pelota con Ángel Claudino y terminó metiéndole un planchazo, primero rozándole su rodilla izquierda y después impactándose sobre su tobillo derecho. Vio la amarilla el jugador, pero los jueces Alejandro Martínez y Juan Cordero fueron a revisar al VIR (el VAR del futsal) si ameritaba una tarjeta roja.

Toda la Selección exigió la expulsión, claro. Y las imágenes parecían justificar que se tome esa decisión. Sin embargo, los jueces, tras la revisión, decidieron sostener la amarilla y no mostrarle la roja a Pito. En caso que eso hubiera sucedido, la Verdeamarela habría jugado por dos minutos con uno menos en la cancha.

La segunda situación, también del juego, tuvo lugar justo en la última jugada de Argentina. Con cinco segundos en el marcador, Kevin Arrieta sacó un remate que fue desviado por Pito. Toda la Selección acusó inmediatamente una mano del brasileño y exigió la revisión, pero los árbitros decidieron continuar con el partido (restaba un segundo) y no fueron a ver esa jugada. De haberse cobrado esa mano, Brasil hubiera llegado a las seis faltas y, en consecuencia, le habría dado un tiro libre directo a la Selección.

Tras el pitido final, lógicamente, el cuerpo técnico de la Argentina y varios jugadores se le fueron al humo a los árbitros, mientras Brasil festejaba su sexta Copa del Mundo (es el más ganador de la historia). En ese momento de celebración, según acusó Pablo Taborda, capitán de la Selección, Neguinho, uno de los jugadores brasileños, les gritó en la cara a todos los jugadores albicelestes.

«Creo que Neguinho es chico, todavía no sabe comportarse bien. Nosotros como buenos perdedores estábamos saludando a todos lo más bien y él empezó a gritarle en la cara a todos, después pasó por el banco de suplentes. Creo que son actitudes que no tiene que tener porque ya salió campeón. ¿Qué más lindo que salir campeón contra tu máximo rival? Hacer eso lo mancha, pero nosotros nos fuimos con la cabeza en alto. Hay que saber ganar y perder. Nosotros saludando respetuosamente, saludando a cada uno de ellos y felicitándolos»