Muniain y su intimidad en las primeras semanas en San Lorenzo

Todavía no pasó ni un mes desde que Iker Muniain aterrizó en Buenos Aires con el buzo con detalles cuervos, un guiño para un San Lorenzo que lo esperaba para firmar contrato. En el medio hubo conferencia de presentación, minutos ante Vélez y Defensa y una actuación estelar y consagratoria el sábado ante Banfield, en lo que fue su primer partido como titular y que terminó con una gran ovación del Pedro Bidegain.

Pero, qué pasó en el medio, en la intimidad de la vida de Muniain. Cómo llegó a andar “por la casa” cantando que “acá está la más fiel” con ritmo de copyright azulgrana, tal como le contó Ana Montoya, su pareja, a Olé.

Lo cierto es que el futbolista vasco de 31 años no solo sorprendió dentro de la cancha, como cuando antes del inicio del partido contra los de Gustavo Munúa juntó a todo el equipo para dar una charla motivacional. También fuera del campo sobresale por su humildad: no quiso presentación pomposa, con puertas abiertas al público en el estadio ni entrevistas mano a mano en el prime time de la tevé. Apenas algunas declaraciones post partido, para cumplir como corresponde…

Y enseguida hizo buenas migas en el plantel: porque fue capaz de avisarle a Nahuel Barrios en la primera práctica que bajo ningún punto de vista le sacaría la 10, como también de bromear con Irala por la fiereza con la que fue al piso a buscar una pelota ante el Taladro y se lo terminó llevando puesto a él. El propio Perrito, Leguizamón, Nahuel Bustos y Seba Blanco son algunos con los que se vinculó enseguida. También pegó onda con Juan Cruz Vega, el enganche de 26 años que llegó de Argentino de Rosario y es otra de las caras nuevas del plantel. Ni los partidos contra Messi, ni los años en la liga española, ni los euros, ni la idolatría de los aficionados del Bilbao le mueven los pies del piso. Iker es un pibe coMuniain.