Se probó en zapatillas, aprendió marcando a Julián Álvarez y es la sorpresa de River ante Huracán: la historia de Daniel Zabala

Se le cumplió el sueño a Daniel Zabala: el descanso que Martín Demichelis le dio a Paulo Díaz -quedó afuera del banco- luego de su gira con Chile le abrió las puertas del debut al defensor de 21 años. La posibilidad, que sobrevoló el Camp de Ezeiza el jueves, se confirmó el viernes en el Tomás Ducó. Y entusiasma a un zaguero diestro que transitó siete abriles de formación en el club y ante Huracán hizo su estreno en Primera. Y como titular.

La posibilidad de que Zabala se metiera entre los titulares estaba atada a la coyuntura. Con Ramiro Funes Mori todavía lesionado y un David Martínez falto de ritmo -así quedó en evidencia en el 0-4 ante Independiente Rivadavia- el entrenador de River eligió inclinarse por un futbolista al que observó de cerca en la pretemporada de los Estados Unidos (jugó 13’ en el amistoso ante Monterrey).

Versátil y tiempista, según quienes lo han visto progresar en Inferiores, Zabala -quien llegó a lucir la cinta de capitán en Reserva– ha tenido rodaje tanto como primer central como de número 6 más allá de su perfil derecho.

De 1,81 metro de estatura, Zabala surgió del Ateneo Roca de Hurlingham aunque llegó a jugar en varios clubes en simultáneo antes de iniciar su etapa en Núñez. «Disputaba cuatro o cinco partidos por fin de semana», reconocía hace un tiempo el jovencito en el sitio oficial de River. Una institución a la que llegó en 2016 luego de pasar una prueba a la que se presentó en zapatillas.

!(Gustavo) Fermani me preguntó si no tenía botines. Le dije que con tal de jugar en River los conseguía!, contaba Daniel Lucas, quien pese a haber sido tentado por el Futsal de Vélez se inclinó por mudar su talento a Núñez a los 13 años.

!Soy un jugador técnico al que le gusta salir jugando y romper líneas. Soy fuerte en la marca y me gusta mucho anticipar al rival. Y sobre todo me gusta leer la jugada!, se llegó a definir quien tiene como referentes a Cuti Romero, Sergio Ramos y Lucas Martínez Quarta.

Zabala progresó tanto que saltó de Quinta -donde pulieron su salida del fondo- a Reserva, división en la aprendió a manejar los tiempos y el juego a un toque que distingue al ADN riverplatense: lo comprendió cuando le tocó trabajar por primera vez como sparring de la Primera de Marcelo Gallardo.

Un deté que le exigía pases hacia adelante, resoluciones rápidas e intensidad en la marca. Tips que intentó absorber para neutralizar a dos arietes bravos.

«Me tocó marcar a Julián Álvarez, Braian Romero y Girotti, es increíble lo que juegan. Cómo se mueven, la inteligencia que tienen para fabricarse los espacios», recuerda de aquellas mañanas en el Camp que le abrieron la cabeza. Que le hicieron entender que para triunfar frente a monstruos de la talla del Araña es importante practicar hasta adquirir estrategias para neutralizarlos.

En 2024 le llegó la oportunidad de mostrarse con mayor continuidad: ya con contrato firmado hasta diciembre de 2025 -lo hizo a mediados de 2023- comenzó a dar pasos en los trabajos preparatorios en territorio yanqui. «Es un honor poder ver durante estas tres semanas a los juveniles», decía MD todavía en verano. Días que Zabala aprovechó. Ahora el esfuerzo dio sus frutos.