28/03/2024 15:18hs.
De aquel gran equipo que cerró el 2023 siendo campeón de la liga de Venezuela queda poco. Deportivo Táchira perdió el invicto de 34 partidos y se quedó sin la columna vertebral por transferencias y lesionados, lo que provocó un bajón de rendimiento y altibajos que el técnico Eduardo Saragó intenta corregir en la antesala del estreno en la fase de grupos de la Libertadores ante River. Por lo pronto, este jueves por la noche el equipo enfrentará a Metropolitanos por la fecha 10 del torneo local, una importante prueba a cinco días del esperado choque copero.
El principal problema del entrenador pasa por ensamblar las nuevas piezas mientras la enfermería sigue ocupada por pacientes importantes. De la última línea que tanta solidez brindó en el último título, Gonzalo Mottes (hoy en Aldosivi), José Marrufo y Jiovany Javier Ramos ya no están, como parte de una política institucional de no mantener las nóminas de un año a otro. Y claro, se siente la falta de esos elementos.
Para colmo de males, Maurice Cova, uno de los referentes, y el argentino Leandro Fioravanti, ambos ejes de corte y elaboración de juego en la mitad de la cancha, sufrieron lesiones y sólo el venezolano podría ser convocado ante River (el argentino está descartado por esguince de rodilla).
Por lo pronto, esa doble ausencia resintió considerablemente el funcionamiento de Táchira y coincidió con las dos derrotas al hilo que marcaron el final de la marca récord en el fútbol venezolano y además sumergirse en una irregularidad que incluyó una victoria en los últimos seis encuentros.
A esas ausencias también se le suma la mala fortuna, porque en el anterior 1-1 frente a Inter de Barinas Carlos Robles integró el doble cinco con Diomar Díaz y salió con molestias, mientras que el delantero Anthony Uribe figuraba en planilla en el 11 titular y fue baja de último momento también por lesión.
Y con relación a la ofensiva, el argento Gonzalo Ritacco, goleador del equipo en la última campaña con ocho gritos, pasó a Cienciano y Andrés Ríos, ex River, sólo marcó un gol en su debut en febrero y se espera mucho más de él, siendo uno de los apuntados por las críticas de esos hinchas que sueñan con volver a ver Táchira con el nivel del 2023. Y River es una importante prueba para medirse…
La ilusión de Fioravanti de dar el golpe ante River
«Estábamos expectantes del sorteo y sabemos que nos tocó un grupo durísimo. River es un rival que nos gusta porque siempre ilusiona jugar contra los mejores. Tenemos fe en nosotros y creemos que le podemos competir a cualquiera», expresó el argentino en charla con TyC Sports en medio del lamento por perderse el encuentro.
Además, le dejó una advertencia al plantel de River sobre el ambiente que habrá en San Cristóbal. «Es una hinchada muy pasional, la más grande del país. Es lo más parecido a una hinchada argentina que hay en Venezuela, por la pasión y por cómo se vive. Va a ser un clima muy lindo el del martes», cerró.
Fuente: Olé