27/03/2024 22:35hs. Actualizado al 27/03/2024 22:49hs.
Sergio Gómez comenzó a dirigir a Platense en conjunto con Favio Orsi a fines de febrero de este año. La dupla técnica, que se conformó allá por 2013 y tuvo un largo recorrido en el Ascenso, está instalada desde el 2022 en la Primera División y ya pasó por otras instituciones como Godoy Cruz y Atlético Tucumán. Pero la relación de ambos, claro, tiene detrás una fuerte historia, y un nexo con el Calamar, del que Sergio habló este miércoles…
Es que ambos asistieron como invitados al programa F360 de ESPN. Y allí, Gómez, quien se formó en Platense, contó cómo fueron sus inicios en el fútbol: «La nueva generación por ahí no nos conoce, por ahí no sabe que estuvimos tanto tiempo en el club. Yo siempre repito lo mismo, que a mi Platense me ayudó a salir del lugar donde me encontraba, me dio la posibilidad de jugar al fútbol, de poder jugar en Primera División. De poder guiar a la gente de mi barrio, de Grand Bourg, de San Antonio, que siempre lo nombro porque es de donde salí, que a veces el camino es más largo pero se puede llegar».
«Pasaron muchas cosas y siempre recuerdo las palabras que me decía mi vieja. Yo a los 12 años agarré y me tomé un tren solo, con dos pibes del barrio y me fui a probar a Platense. Me acuerdo que caminaba 16 cuadras hasta la estación de Nogues, después bajaba en la estación de Padilla, caminaba otras 22 cuadras hasta Parque Sarmiento y eso lo hacía siempre hasta que apareció un mago, un dirigente, Luis Acosta, que me acompañaba todos los lunes y tenía una carnicería. Me acuerdo que me daba mercadería y diferentes cortes de carne para que yo pueda seguir jugando al fútbol. Eso fue Platense para mí. Con 12 años», explicó Gómez, sobre la importancia que tuvo el Calamar en su vida.
En otra línea, destacó la importancia que Orsi tuvo para él en su carrera como entrenador: «Favio fue mi hermano mayor. Me llevaba a todos lados, me compraba ropa… Porque la verdad que yo la plata que ganaba en el Ascenso no la podía destinar al curso de técnico, entonces otras cosas tenía que hacer, e iba con el bolso y le vendía ropa a mis compañeros (…) El camino que recorrí me hace ser como soy hoy y es lo que le transmito a los jugadores».
Y allí fue cuando contó cómo atravesó, cuando recién comenzaba su carrera como profesional, la muerte de su hermano: «Cuando vuelvo al barrio, que sigo yendo porque tengo parte de mi familia viviendo ahí, siempre pienso que tomé una buena decisión. A mí me mataron un hermano en el barrio, y la verdad que fue duro. Y en un momento en el que no podía vivir más ahí Platense me sacó del barrio y me llevó a vivir a Villa Urquiza porque no podía dormir los fines de semana».
«A veces eso la gente no lo entiende. Era no dormir. No dormía los fines de semana y un partido no lo jugué, que los dirigentes dijeron que había tenido otro problema. Pero en realidad fue un día que se me endurecieron las piernas, y no podía ni caminar. Jugaba de titular al otro partido. Y no pude jugar. No pude ir a jugar un partido en Primera. De los nervios y de la tensión se me endurecieron las piernas, y era como una contractura total de la cintura para abajo. Esas cosas pasan en los barrios así, en los barrios carentes», señaló Gómez.
Orsi, un hermano de su vida y su incansable lucha para cumplir sus sueños
«A veces yo digo que es la vida que te toca y después uno tiene que elegir qué hace con eso que le toca. Yo elegí seguir luchando que es lo que me enseñó mi vieja y mis hermanos, entonces yo sabía que no era lo que quería para mis hijos, no era lo que quería para mi vida y luché hasta poder salir y volver de visita. Porque no me voy a olvidar nunca de dónde salí, de mi barrio. Sigo yendo, está mi familia ahí y hoy considero que tomé una buena decisión. Y eso me hace ser todo lo luchador que hoy soy y todo lo que trato de transmitirle a los jugadores», reveló Gómez.
Y volvió a agradecerle a Orsi, con quien conforma su dupla técnica, como así también a otros colegas del mundo del fútbol: «Pero siempre tuve suerte, me encontré con gente como Favio, como el profe Somma, como Walter Zunino, como César Mansilla que me compró mi primer auto. No sabía manejar. Tenía 31 años y no sabía manejar. Y me parece que hoy me ha cambiado la vida».
Sergio Gómez – 27-3-2024
Sergio Gómez: «A mí me mataron un hermano»
«Nosotros salíamos con Favio a entrenar a las 6 de la mañana, y me llevaba para todos lados, me invitaba a almorzar… Somos de situaciones económicas totalmente diferentes, por eso digo que fue un hermano mayor, porque sin él no sé que hubiese sido. Era difícil seguirle el ritmo a Favio, íbamos a todas las canchas, y me invitaba a comer, me llevaba para un lado, me compraba ropa, era mi chófer, entonces yo le agradezco a Dios porque me cruza con gente como Favio en mi camino», agregó Gómez.
Y dejó una reflexión final a partir de su historia. «Ahora trato de disfrutar y de hacerles entender a mis hijos de que tienen que ser conscientes de que no todos tienen la posibilidad de ellos de ir al colegio, de comer las cuatro comidas, entonces tienen que ser agradecidos a Dios y siempre voy a luchar para que no les falte nada porque así tiene que ser», cerró Sergio.
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Fuente: Olé