Boca y los desafíos del partido ante Central Norte: ganar y arrancar…

La Copa Argentina es un puente a la Libertadores. Eso lo saben y lo sienten todos los protagonistas, y es real. El ticket al final del camino es la frutilla de un postre que -sin embargo- no es nada fácil de conseguir. Lo sabe Boca, claro está. Los mata-mata, la presión cuando ya no hay otro camino y -muchas veces- una mala noche con decisiones desacertadas desde el banco de suplentes. Por ese motivo, Diego Martínez no quiere sorpresas en el choque de esta noche ante Central Norte de Salta, un rival dos categorías inferior pero motivado (como todos los que tienen la chance de un partido así) con la posibilidad histórica de volver a ganarle al gigante, proeza que los salteños ya lograron hace más de cuarenta años en los viejos Nacionales.

En esa búsqueda de que la lógica impere y también en no abandonar la intención de encontrar un funcionamiento que haga más confiable a su equipo es que el DT xeneize apuesta a ganador y pone lo mejor que tiene a mano para este cruce por los 32vos. de final del torneo más federal. Y lo mejor no es poco, porque nombres de la talla de Marcos Rojo, Edinson Cavani, Equi Fernández, Lautaro Blanco, Kevin Zenón y pibes que ya sacan diferencia en la Primera División del fútbol local son -a las claras- una formación fuerte que engalana la ocasión.

También es una oportunidad para probar algo distinto, por qué no. Porque la apuesta por la titularidad de Vicente Taborda es una novedad dentro de un contexto donde a Boca le viene faltando ese jugador creativo que haga la diferencia.

Sin embargo, el choque copero está dentro de un contexto que también asoma como limítrofe para el semestre del Xeneize. La necesidad de conseguir que le rendimiento se regularice en buenas actuaciones responde a los decisivos días que se avecinan.

En principio, la etapa definitoria de la Copa de la Liga, en la cual habiendo postergado los minutos restantes del encuentro ante Estudiantes se redujo al mínimo el margen de error. En una semana Boca recibirá en la Bombonera a un envalentonado San Lorenzo y necesitará una victoria para no perderles pisada a los de arriba y -de paso- no permitir que el Ciclón lo aventaje en la tabla de la zona.

Enseguida, llegará la hora de emprender la aventura de ir a jugar con Nacional Potosí, en el estreno de la Copa Sudamericana y a casi 4.000 metros de altura. Una visita tan riesgosa como necesitada de jugadores frescos pero en actividad. Por ese motivo es que las presencias de Anselmino, Saralegui, incluso la de Brey y por supuesto la de Taborda (jugadores que ante SL serían lógicos suplentes) le estarían dando rodaje a un posible equipo para jugar en Bolivia.

Por dos al hilo. Aunque todos esos objetivos, claro está, necesitan de la tranquilidad de los resultados. Y éstos tienen que dar inicio hoy mismo. En el contexto que más le gusta a Juan Román Riquelme (llevándole el plantel a la gente del interior del país y a cancha llena) es que Diego Martínez buscará ganar dos partidos seguidos por primera vez desde que asumió y tras casi ocho meses sin que se logren en el club.

Ya quedó lejos esa resonante victoria ante Racing, también los buenos 27 minutos frente a Estudiantes de la Plata. Ya pasaron los primeros diez partidos en 40 días con los que el presidente y el entrenador ejemplificaron el trajín para explicar la falta de trabajo en los movimientos del equipo. A punto de entrar en otro tornado de hiperactividad, Boca tiene este sábado una noche en la que deberá jugar con los dientes apretados por más que tenga enfrente a un rival dispar. Y dar el puntapié inicial a generarse mejores sensaciones…