El presidente Javier Milei llamó ante la Asamblea Legislativa en el Congreso de la Nación, «Jinetes del fracaso» a líderes de distintos sectores del peronismo y convocó a los gobernadores al Pacto de Mayo, lo que generó un revuelo aún más grande en el proceso interno de UxP de reorganización y búsqueda de nuevos liderazgos.
En un tramo de su discurso, el presidente Milei se refirió a dirigentes peronistas como Sergio Massa, Juan Grabois, Máximo Kirchner y Pablo Moyano como «jinetes del fracaso» y dijo que la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner fue la «responsable de uno de los peores gobiernos de la historia».
Tras la finalización del discurso, sorprendió el silencio del gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien estuvo presente en el Congreso nacional, ya que es una de las figuras más prometedoras del peronismo y que cuenta con el apoyo de varios espacios internos para ser el conductor de esta nueva etapa en la que más de un dirigente busca dejar atrás la tutela de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La intención del mandatario bonaerense es sentar posición respecto al Pacto de Mayo y las chicanas de Milei en su discurso inaugural de sesiones ordinarias en la Legislatura provincial, previsto para este lunes a las 16.
Al igual que Kicillof, otro de los gobernadores peronistas en continuo enfrentamiento con el Gobierno, el riojano Ricardo Quintela, también se mantuvo en silencio.
En tanto, Cristina Kirchner mantiene la estrategia de no expresarse sobre la administración de Milei luego de su reaparición semanas atrás con un documento de 33 hojas con cuestionamientos al Gobierno y una serie de puntos para debatir en la interna del peronismo, que fue leído como un intento por continuar siendo su conductora.
Según trascendidos, durante la semana pasada hubo una cena entre Cristina y Massa, de la que también participó su esposa Malena Galmarini, pero ambos espacios optaron por no dar más detalles.
En las filas del Frente Renovador (FR) que lidera Massa hay cierto descontento sobre las actuales relaciones con el kirchnerismo y, especialmente, con el espacio bonaerense que conduce Kicillof.
Según trascendidos, durante la semana pasada hubo una cena entre Cristina y Massa, de la que también participó su esposa Malena Galmarini.
En ese marco, Massa reapareció junto a su tropa en un encuentro del Frente Renovador en la ciudad del interior bonaerense de Roque Pérez, cuyo anfitrión fue el intendente de esa comuna, el massista Maximiliano Sciaini.
Allí, se definió la fecha para el próximo congreso nacional del Frente Renovador, que será el próximo 22 de marzo, y se impulsaron a nuevos liderazgos para el mediano plazo.
Durante la reunión se manifestó «preocupación por la caída del ingreso, los despidos y se debatieron propuestas para defender la clase media», según informaron fuentes partidarias.
En el encuentro estuvieron presentes la extitular de Aysa e esposa de Massa, Malena Galmarini, 19 intendentes, los siete diputados nacionales del FR, once legisladores bonanerenses y funcionarios bonaerenses del partido.
Massa retomó así su actividad política, mientras está terminando su libro y ultima detalles para «poner en funcionamiento la fundación Encuentro» en las primeras semanas de marzo.
El clima interno en el peronismo es complejo y se acrecienta aún más por la impronta de Milei y la aceleración de los tiempos, por lo que a las bases justicialistas cayeron muy mal los gestos del actual secretario de Turismo, Daniel Scioli, quien se mostró en un palco con una sonrisa cuando el Presidente calificó de «jinetes del fracaso» a sus excompañeros de partido, ya que el funcionario fue vicepresidente de Néstor Kirchner, dos veces gobernador bonaerense, diputado del Frente de Todos y luego embajador en Brasil.
Al igual que Scioli, otro de los mandatarios apuntados es el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, quien se alineó con las estrategias de La Libertad Avanza sin dudarlo bajo la excusa de que «defiende a su provincia».
También uno de los más fervientes impulsores de la candidatura presidencial de Massa, el gobernador de Catamarca Raúl Jalil, dio una clara señal amigable en las últimas horas con el Gobierno nacional y condicionó al peronismo con sus declaraciones.
«El peronismo tiene que ir a Córdoba y trabajar en este nuevo pacto que tiene que servir para todos los argentinos», sentenció Jalil, mientras que el gobernador salteño, Gustavo Sáenz, se pronunció en el mismo sentido.
«Acompaño la propuesta del Presidente de sentarnos a dialogar para buscar respuestas a los enormes desafíos que enfrentamos como Nación y procurar firmar un gran Acuerdo Nacional, que es también lo que junto a varios gobernadores propusimos», dijo Sáenz, un dirigente cercano a Massa.
En tanto, el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, fue uno de los que se desmarcó de esa postura y advirtió que «el diálogo se construye a partir del respeto y los acuerdos devienen del consenso, no de la imposición».
El «Pacto de Mayo»
Milei convocó a las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires, expresidentes y líderes de partidos políticos a firmar el 25 de mayo en Córdoba un «pacto fundacional» que consistirá en diez lineamientos para «sentar las condiciones del progreso argentino», el cual se denominará «Pacto de Mayo» y estará sujeto a la aprobación previa de la llamada «Ley de Bases» y de un nuevo pacto fiscal.
A raíz de esta convocatoria, el bloque de gobernadores peronistas comienza a exhibir grietas y complica un poco más la renovación partidaria.
En una semana sin novedades luego de las reuniones de urgencia de la semana anterior por parte de las máximas autoridades del PJ nacional antes de la llegada al país del expresidente Alberto Fernández, el propio titular del Consejo partidario expresó el pasado jueves: «Lo que quiero es que el PJ se reorganice, lo que no quiero es ser un obstáculo».
«Estoy buscando el modo de ayudar. Lo que voy a hacer es seguir militando», concluyó Fernández.
Fuente: Telam