Si bien las luces siempre estuvieron depositadas en el peligro que significa el Pulga en la categoría, Blas Palavecino fue el que puso el desequilibrio para un Lobo que sigue en alza: consiguió su segundo triunfo consecutivo, ya que venía de superar a Brown de Puerto Madryn en el Norte del país.

El Sojero fue el que hizo el desgaste y el que contó con las mejores situaciones en el primer tiempo. Alejandro Melo fue el que desequilibró, aunque Alan Sosa estuvo firme en el arco. Y como si fuera poco, el 7 sacó provecho de la primera chance clarita para abrir el marcador y darle un mazazo a un local que pretendía sumar para llegar a la punta.

Ya en el complemento, Palavecino fue otra vez el encargado de darle una alegría a la visita. Ante la necesidad de reaccionar, el Agro dejó espacios en el fondo y el volante ofensivo estiró la ventaja. ¿Luego? Alejandro Gagliardi puso el descuento cerca de la finalización del duelo, aunque fue demasiado tarde para ilusionarse con la parda.

Fuente: Olé

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