La educación es fundamental en el desarrollo y bienestar de las personas, especialmente de los niños, proporcionándoles conocimientos y fortaleciendo aspectos emocionales y sociales, nutricionales y de salud.
En la escuela se desarrollan habilidades y se adquieren valores para vivir en sociedad, pero como en todo ámbito con alta concentración de personas se favorece también la transmisión de enfermedades infectocontagiosas e inmunoprevenibles.
En la etapa escolar intervienen además otros factores. Los chicos no sólo comparten espacios cerrados, sino que suelen interactuar de manera cercana y frecuente entre sí; su sistema inmunitario está en pleno desarrollo y pueden ser más proclives a enfermarse o ser portadores de nuevos patógenos.
El inicio del año escolar es una buena oportunidad para destacar la importancia de la vacunación, una herramienta fundamental para proteger la salud individual y colectiva, prevenir y evitar la propagación de enfermedades.
Tuberculosis, difteria, tos convulsa, meningitis, diarreas por rotavirus, sarampión, varicela, poliomielitis, entre otras, parecen enfermedades pasadas de moda». Sin embargo, pueden reaparecer debido a las bajas coberturas de vacunación en Argentina, América Latina y el Caribe. Según la Organización Mundial de la Salud y Unicef, 2.4 millones de niños y niñas menores de un año están desprotegidos frente a enfermedades inmunoprevenibles.
Dicen que «ojos que no ven, corazón que no siente», y estas enfermedades no siempre se «ven venir» hasta que es demasiado tarde. En argentina la ley de «Control de enfermedades prevenibles por vacunación» expresa que se debe solicitar el certificado de vacunas al ingreso y egreso del ciclo lectivo. A la vez, nuestra Constitución Nacional «reconoce el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud», y las vacunas son una de las herramientas más eficaces.
Hay vacunas para todas las edades y condiciones clínicas y en nuestro país tenemos acceso a ellas a través del calendario nacional de inmunizaciones y de una extensa red de vacunatorios públicos y privados que garantizan que sean seguras y eficaces. Por mencionar un ejemplo, la vacunación en la embarazada contra gripe, tos convulsa y virus sincicial respiratorio protege a los bebés en los primeros meses de vida y es especialmente importante para los que concurren a jardines maternales. La protección se completa a partir del nacimiento con vacunas y refuerzos a distintas edades.
Algunas personas, además, tienen mayor susceptibilidad a infecciones debido a deficiencias por déficit en su sistema inmune y tienen el derecho a participar de la forma más segura posible de nuestro sistema educativo. Para lograrlo deben estar vacunadas adecuadamente y también aquellos que los rodean. Hay indicaciones individuales de vacunas que no están en Calendario Nacional como Covid 19, meningococo B, neumococo conjugada de 20 serotipos y dengue que también deben ser consideradas. Si existe un aspecto común entre la educación en alguno de sus niveles y la vacunación es que son un derecho y también una obligación. No perdamos la oportunidad de acceder a ambas.
Fuente: Telam