Los dos policías acusados de disparar y matar a Blas Correas al tirar contra el auto en el que se trasladaba con amigos por la capital cordobesa en agosto de 2020, fueron condenados tras un juicio por jurados a prisión perpetua por el delito de “homicidio calificado”.
Por unanimidad, la pena recayó sobre los cabos primero Lucas Gómez y Javier Alarcón, a quienes también le atribuyeron la tentativa de homicidio calificado de los cuatro amigos que iban junto a al adolescente de 17 años asesinado.
Las otras condenas
El tribunal también condenó a otros nueve policías por distintas responsabilidades en el hecho, como «encubrimiento, falso testimonio y omisión de los deberes de funcionario público» y declaró al joven asesinado y a sus amigos «víctimas de violencia institucional».
El tribunal técnico absolvió, además, a otros dos de los policías que llegaron a debate.
Fuente: Telam