Figal: de su asistencia como extremo al «sueño de la Libertadores»

Como si fuera Sebastián Villa. O como si fuera Luca Langoni. Como si fuera un extremo picante, en definitiva. Nicolás Figal se puso la pilcha de delantero y en una de sus incursiones en ataque con pelota dominada (más allá de sus apariciones en el área para el juego aéreo), resolvió con un criterio notable en zona infrecuente para la mayoría de los marcadores centrales. Un lujo de asistencia metió para Darío Benedetto en el 1-0 parcial de Boca, del Boca campeón de la Supercopa Argentina.

Después de un mal rechazo de Matías Ruiz Díaz, la pelota derivó en Nico sobre la izquierda, cerca del área. Retrocedió un par de metros, como si estuviera preparando su perfil para mandar el centro con la derecha (su pierna más hábil), pero giró y salió por hacia el costado. Cuando le ganó la posición al jugador de Patronato, mandó un centro de zurda por bajo, hacia atrás, y apareció Pipa: el centrodelantero le puso toda la cara interna al balón y abrió el marcador al borde del área chica.

Fue un jugadón de Figal, que se animó a su aventura individual. Ahora, además de hacer los goles, también los sirve. En Santiago del Estero su confianza recibió un empujón más, después de convertir de manera consecutiva en los anteriores dos encuentros por la Liga. Le había anotado a Platense (en el primer tanto del 3-1) y a Vélez (el de la victoria por 2-1). Nico está pasando un gran momento en Boca por su aporte determinante en las dos áreas: solvencia en la marca y lucidez arriba. Como reconocimiento, anoche recibió aplausos de los hinchas durante el segundo tiempo, cuando el Xeneize controlaba un partido que ya había liquidado en la etapa inicial.

“Tiré el centro atrás porque sabía que iba a haber alguien ahí. Ese gol se dio en un momento muy bueno, antes de que terminara el primer tiempo. Estoy feliz de ayudar al equipo”, dijo el zaguero. Y habló de otra Copa… “La Libertadores es el sueño de todos”. Nico, el “extremo” por un rato, atraviesa una de sus mejores actualidades de su carrera. Y Boca lo disfruta.