La recuperación de Mammana le brinda más opciones en defensa a Demichelis

Por este mismo motivo preventivo, el regreso de Mammana al equipo frente a Lanús no es seguro: lo más probable es que vuelva como opción entre los supletes. En cambio, Paulo Díaz asoma con más chances de integrar el 11 y de tener su estreno en el ciclo MD: el chileno estuvo entre los citados ante Banfield y Arsenal pero ni siquiera ingresó.

Lo que se presenta como fija es el retorno de Maidana, el histórico líder de la defensa de River que el pasado domingo estuvo en el banco para administrar cargas de competencia, más allá de que no finalizó la práctica de este miércoles por tener unas líneas de fiebre. Joni es el hombre que más solidez transmite pero a la vez necesita estar rodeado por compañeros rápidos e inteligentes que lo protejan, ya que a los 37 años le cuesta cada vez cubrir espacios amplios y ganar duelos individuales en el pie a pie frente a rivales veloces.

Este contexto, sumado a la irregularidad que demuestra Leandro González Pirez y a la demorada adaptación de Enzo Díaz a una posición en la que tiene poca experiencia (segundo central o stopper izquierdo), aumenta la posibilidad de que sea el momento de Paulo Díaz en la zaga. Sería el chileno o Mammana quien ocupe el rol de socio de Maidana en caso de que Demichelis meter mano en la primera línea.

La visita a Lanús en la Fortaleza requiere una solidez estructural más que rendimientos individuales altos, aunque esa firmeza que el DT de River sigue buscando sin éxito es más factible de conseguir con futbolistas de categoría internacional como Mammana y Paulo. Y Micho, además, sabe que el equipo de Kudelka cuenta con volantes y atacantes veloces y verticales que aprovechan muy bien los espacios, como De la Vega, Belmonte, Esquivel y el Laucha Acosta. Precisamente, esos amplios huecos a espaldas y alrededor del solitario Enzo Pérez que se generan por el desprolijo retroceso de River.

Mammana tal vez no sea el jugador ideal para controlar a Leandro Díaz, un centrodelantero muy físico y especialista en amargar a River, pero sí puede ser el indicado para monitorear los movimientos colectivos como último hombre mientras Joni se ocupa del goleador de Lanús. Y con el chileno sucede lo mismo que con Emanuel, ya que ambos demostraron en 2022 que son capaces de rendir en cualquiera de las dos posiciones del fondo en una línea de cuatro. Incluso, compartieron la zaga en varias ocasiones y con buen rendimiento por lo general.

Con estos dos defensores de calidad recuperados, el entrenador de River cuenta con más herramientas para arreglar los desajustes en el fondo que tantos dolores de cabeza le están provocando.