La Justicia de San Isidro volvió a rechazar la libertad condicional y la prisión domiciliaria para Horacio Santiago Conzi, el exempresario gastronómico que hace 20 años asesinó al joven Marcos Schenone en la localidad bonaerense de Béccar, al considerar que no está en condiciones de reincorporarse a la sociedad, pero además mandó a investigarlo junto a su hermano, en una nueva causa penal, al descubrirse que presentaron informes médicos falsos con la intención de favorecerlo, informaron fuentes judiciales.
La resolución -a la que accedió Télam- fue adoptada por la jueza de Ejecución Penal 2 de San isidro, Victoria Laura Elías García Maañón, quien es la que controla el cumplimiento de los 24 años y nueve meses de prisión a los que Conzi (63) fue condenado por el homicidio, pena que, según el cómputo, recién se vencerá el 13 de diciembre de 2027.
Si bien la jueza tiene en cuenta que Conzi ya cumplió el requisito temporal las dos terceras partes de su condena para la libertad condicional, y que los informes penitenciarios señalan que en la Unidad 48 de San Martín tiene «conducta ejemplar 10», afirmó que para ella «la situación ha empeorado».
«Más allá del buen comportamiento intramuros demostrado por el condenado, se ha profundizado mi convicción en cuanto a las dificultades del penado e incluso de su hermano en acatar las normas sociales», afirmó García Maañón.
«Su capacidad de intentar burlar los controles y las reglas impuestas, no ya por esta judicatura sino por todo el sistema penal, no tiene límites, pues burdamente continúa realizando maniobras para forzar a esta Magistrada a adoptar una decisión inadecuada y acorde a sus intereses», remarca la jueza.
Es que la jueza reveló en su resolución que pudo comprobar que eran apócrifos una serie de certificados e informes médicos que la defensa oficial introdujo en el expediente a través del hermano mayor del imputado, Hugo Conzi, entre diciembre y enero pasado, y en los que un neurólogo y otra médica del sanatorio Las Lomas y un cardiólogo indicaban que el condenado había tenido un reciente ACV, que le vaticinaban una «corta expectativa de vida» y que debía hacer tratamientos fuera de la cárcel.
La magistrada tomó contacto con el sanatorio y la dirección médica respondió que Conzi no fue atendido por el neurólogo y que el informe presentado no había sido expedido por la institución, mientras que el cardiólogo declaró que solo lo atendió al condenado en 2018 y que tampoco había realizado el certificado que figuraba con su nombre y que la firma era «un mamarracho».
«Existen indicios fehacientes de que el condenado y su hermano, han gestado una maniobra», revela la jueza de Ejecución y ordenó extraer copias de las partes pertinentes y presentarlas en la mesa de entradas de la Fiscalía General de San Isidro, para que los hermanos Conzi sean investigados en una causa penal por «la posible comisión de un delito de acción pública».
«Más allá del buen comportamiento intramuros demostrado por el condenado, se ha profundizado mi convicción en cuanto a las dificultades del penado e incluso de su hermano en acatar las normas sociales»Victoria Laura Elías García Maañón
García Maañón también resaltó que Conzi y su hermano mayor Hugo cuentan con «al menos dos denuncias» por amenazas contra dos testigos claves del caso Schenone, que se encuentran en trámite, una de ellas en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Pilar y radicada por su examigo y mano derecha en el restaurante Dallas-Las Olas Boulevard, Roberto Halbinger, y la otra en la Fiscalía 17 de la Unidad Fiscal Este de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hecha por el exgerente de ese local, Sergio Colasante.
«Debo considerar el bienestar y tranquilidad de las víctimas de autos, los testigos que oportunamente intervinieran y la sociedad toda, en vista del fracaso del proceso resocializador llevado a cabo en la persona del condenado, y por ello, estimo que Horacio S. Conzi no se encuentra en condiciones de ser reincorporado anticipadamente en la sociedad«, dice la jueza al rechazar la libertad condicional.
En otro tramo de sus fundamentos, García Maañón también recordó que en 2019 tuvo que revocarle el beneficio de la prisión domiciliaria con tobillera que Conzi había obtenido por cuestiones de salud, cuando el exempresario devenido ahora en un militante del veganismo se cortó la pulsera electrónica porque le apretaba, o violó el perímetro para salir a pasear a las cabras que tiene como mascotas o para empujarle el auto a su hermano.
Al respecto, la jueza sostuvo: «En la primera oportunidad que tuvo para demostrar el grado de avance en el tratamiento penitenciario y su capacidad de comprender y respetar la Ley, Conzi no hizo más que mellar la confianza en él depositada».
Por su parte, María Eugenia Schenone, hermana de la víctima, aseguró a Télam sentirse conforme y «aliviada» con la resolución de la jueza, dijo sentir «asco» por las maniobras con los certificados médicos que intentó fraguar el asesino de su hermano y advirtió que «el día que salga de prisión va a ser un peligro para toda la sociedad» y no solo para su familia.
El crimen de Schenone (23), un joven deportista que se dedicaba al mountain bike, ocurrió la madrugada del 16 de enero de 2003.
La víctima se estuvo besando dentro del complejo gastronómico «Dallas-Las Olas Boulevard», ubicado en Martínez, con una chica a la que el propio dueño del local, Conzi, había intentado conquistar esa noche.
Según la sentencia, en un ataque de celos, Conzi ordenó que echen del local a Schenone, la chica y sus amigos y cuando el grupo abordó un remís para retirarse, los persiguió durante 40 cuadras por la Avenida Del Libertador con su camioneta y al llegar a la altura de Béccar, lo atacó vaciando los 16 tiros de una pistola calibre 9 milímetros, tres de los cuales impactaron en la espalda y asesinaron a la víctima.
Conzi se burló de todas las fuerzas de seguridad y estuvo prófugo durante 57 días hasta que el 14 de marzo de 2003 fue detenido por la Policía Federal con peluca y documento falso en la ciudad de Mar del Plata y en 2005 fue condenado.
Fuente: Telam