Ezequiel González, chef Ejecutivo de Saurus Restaurant, nos presentó una receta ideal para aprovechar las frutas de estación, acompañando en una deliciosa tarta de pollo.

Las tartas, una comida tan noble como cumplidora, que siempre nos saca del apuro o de la indecisión de no saber que cocinar. Tapa, relleno y tapa, derechito la horno. Con carne, jamón y queso, vegana o vegetariana, hay para todos los gustos y preferencias.

También llamada pasqualina (aunque la pasqualina originalmente está rellena de acelga), tiene origen en Italia. Llego al país y a las mesas de las familias argentinas con la inmigración y rápidamente se estableció como uno de los platos de la comida típica rioplatense.

Rápido y rico. La tarta siempre está presente en el menú de los argentinos.

Para la masa:

250 gramos de harina 0000

5 gramos de sal

1 huevo

30 mililitros de agua fría de heladera

125 gramos de manteca a temperatura ambiente

Para el relleno:

1 cebolla grande

2 pechugas de pollo

200 gramos de queso azul

2 peras

150 mililitros de crema de leche

Ponemos todos los ingredientes de la masa en un bol y los amasamos hasta que quede una mezcla homogénea. No hay que amasarla demasiado para que no se cree una masa con mucho gluten para que responda como queremos. Cubrimos con un film y dejamos descansar en la heladera por media hora.

Retiramos y estiramos. Necesitaremos un molde de tarda, de entre 28 o 30 centímetros, liso o rizado. Siempre la estiramos un poco más grande del molde para darle altura a los bordes. Aplastamos bien la masa sobre la base del molde y los bordes tienen que quedar a 90 grados. Si se exceden de la altura del borde, la emparejamos con un cuchillo.

Precalentamos el horno a 160°C-180°C y la cocinamos hasta que esté dorada. Como el relleno es bastante húmedo, necesitamos hacer este paso para evitar que la base quede cruda.

Para el relleno, cortamos la cebolla en cuadrados chiquitos y la rehogamos en una sartén con aceite de oliva hasta que se transparente o se empiece a observar un leve color marrón. Lo reservamos en un bol.

Condimentamos las pechugas a gusto y las cocinamos bien en el horno. Una vez cocidas las cortamos en pequeños daditos o del tamaño que te guste y lo dejamos junto con la cebolla. También desgranamos y agregamos el queso azul.

Para las peras, podemos o no pelarlas y las cortamos en daditos del tamaño que prefieras. Las agregamos al bol junto con el huevo y la crema de leche. Condimentamos con sal y pimienta. Como recomendación, se puede mezclar antes el huevo con la crema de leche hasta que tengamos una mezcla bien homogenea.

Colocamos el relleno sobre la masa, al ras del borde y la cocinamos a 180°C hasta que el relleno quede firme.

¡Todo listo! Buen provecho.

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