Foto Cristian Urrutia
Foto: Cristian Urrutia.

El rompehielos Almirante Irizar fue parte de un gran operativo logístico en la ciudad de Ushuaia, donde se reabasteció de víveres, materiales y combustibles antes de emprender la segunda etapa de la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2022/2023 prevista para este domingo salvo que medien condiciones climáticas desfavorables.

El buque insignia de la Armada Argentina llegó a la bahía de la capital fueguina el domingo 15 de enero, y tras permanecer unas jornadas en rada, ingresó al puerto el martes 17 para dar inicio a un despliegue de cargas, maquinarias y personal que caracterizó las jornadas siguientes y lo preparó para su siguiente periplo antártico.

El barco al mando del Capitán de Navío Carlos Recio navegó 4.467 millas náuticas (aproximadamente 8.130 km) desde su zarpada de Buenos Aires el 14 de diciembre y cumplió satisfactoriamente con el cronograma planificado por el Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) antes de su primer repliegue parcial a Tierra del Fuego.

Foto Cristian Urrutia
Foto: Cristian Urrutia.

En esa etapa inicial reabasteció a las bases conjuntas antárticas Orcadas, Petrel, Marambio y Esperanza, y a la Base Científica Carlini, mientras que en la próxima etapa hará lo propio con las bases Orcadas, Belgrano II, Marambio y Decepción, participando también de los recambios de dotaciones y personal científico.

Una vez en Ushuaia, la tripulación del rompehielos dio inicio a un operativo logístico que incluyó actividades como la descarga de los residuos antárticos para su posterior tratamiento en la provincia y la prueba de parte del equipamiento, como los helicópteros Sea King que viajan a bordo y que efectuaron tareas de mantenimiento de sus sistemas en la Base Aeronaval de la ciudad, explicaron voceros oficiales.

El Irizar se reaprovisionó de combustible para aeronaves, gasoil antártico, materiales de construcción, carga general, víveres y equipos científicos, en parte trasladados a Tierra del Fuego por el transporte ARA «Canal Beagle» que se sumó a las actividades y también participará de la campaña antártica.

El «Canal Beagle» zarpó de Buenos Aires el 14 de enero con el objetivo de «amadrinarse» con el Irizar en Ushuaia y traspasarle el material que servirá para abastecer a las bases del Continente Blanco.

A las cargas usuales de tambores de combustibles, víveres (frescos, secos y congelados), carga general y elementos de trabajo, en esta campaña se sumó el material necesario para la construcción de tres laboratorios multidisciplinarios en las bases Esperanza, San Martín y Orcadas.

Además, como parte de un proyecto de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) se trasladarán antenas para su instalación en la Base Belgrano 2 y para el plan de desarrollo de la Base Antártica Conjunta Petrel se llevarán máquinas pesadas viales (camiones de uso general, retroexcavadora y motoniveladora), cisternas de combustible y generadores.

Para el desembarco de esos equipos se empleará un pontón autopropulsado de aluminio construido en el astillero Tandanor, lo que permitirá simplificar y agilizar la cadena logística por su capacidad de carga de hasta 20 toneladas, dijeron los voceros.

El ARA «Canal Beagle» al mando del Capitán de Corbeta Augusto José María Amaya se dirigirá al norte de la Península Antártica para reabastecer a la Base Antártica Conjunta Carlini, reabrirá y reabastecerá a la Base Cámara -de condición temporaria- y hará transferencia de carga al aviso ARA «Estrecho de San Carlos» para que reaprovisione a las bases antárticas conjuntas permanentes Esperanza, Petrel y San Martín.

Durante un tiempo estimado de tres semanas, el transporte evacuará también residuos antárticos y luego retornará a Buenos Aires en busca de más carga para la tercera etapa de la CAV.

En marzo, las tres embarcaciones (el Irizar, el Canal Beagle y el San Carlos) confluirán de nuevo en Ushuaia.

Foto Cristian Urrutia
Foto: Cristian Urrutia.

En su primera incursión de la temporada en la Antártida, el rompehielos Almirante Irizar también brindó apoyo a la actividad científica, movilizando personal de la Dirección Nacional del Antártico, del Instituto Antártico Argentino, del Servicio de Hidrografía Naval y del Servicio Meteorológico Nacional.

Además, trasladó material para la construcción de dos laboratorios científicos en las bases Orcadas y Esperanza, apoyando el cumplimiento de un plan interministerial entre las carteras de Defensa, Ciencia y Tecnología y Salud.

Durante este viaje formó parte de la tripulación el Teniente de Navío Agnese Fares, perteneciente a la Marina Militar Italiana, quien integra un intercambio impulsado por la Armada Argentina y que en próximas etapas incluirá a militares de España, Chile, Ecuador y Perú.

Fares tiene 28 años, nació en Pescara y actualmente es parte de la tripulación del buque hidrográfico «Ammiraglio Magnaghi», donde está a cargo del Departamento Navegación, Meteorología y Comunicaciones.

El comandante del Irizar sostuvo al concluir la primera etapa de la CAV que «cumplimos con todos los objetivos planteados por el Cocoantar: concretamos los trabajos de reaprovisionamiento, repliegue y despliegue de las dotaciones y grupos de trabajo que se desempeñan en las diferentes bases argentinas y también replegamos a las familias de la Base Conjunta Antártica Esperanza y desplegamos a cientos de científicos que se encuentran bajo la órbita de la Dirección Nacional del Antártico», en declaraciones difundidas por el sitio web de la Armada, Gaceta Marinera.

A su vez, destacó el profesionalismo de toda la tripulación, «desde el más moderno hasta el más antiguo». «En la Antártida no existen horarios ni días para operar, las condiciones son muy adversas y cada movimiento merece un tratamiento especial antes de ejecutarlo. Para ello, contamos con personal militar con vasta experiencia antártica, lo cual favorece al trabajo conjunto», subrayó el militar.

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Fuente: Telam

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