El Parlamento alemán dedicó este viernes por primera vez su conmemoración anual del Holocausto a las personas asesinadas por su orientación sexual o su identidad de género durante el nazismo.
Unos 50.000 hombres fueron condenados a prisión bajo el régimen nazi en función del artículo 175 del Código Penal alemán que, hasta 1994, año en que fue abolido, castigó la homosexualidad. Entre 5.000 y 6.000 de ellos fueron asesinados en campos de concentración, donde llevaban como distintivo un triángulo rosa cosido a sus uniformes.
Según los historiadores, entre 3.000 y 10.000 hombres homosexuales y un número desconocido de lesbianas y personas trans fueron asesinadas o murieron por las vejaciones sufridas.
Hace más de 20 años que activistas y asociaciones presionan por un reconocimiento a las víctimas LGBTIQ del Tercer Reich, subrayando que su sufrimiento ha sido ignorado o minimizado.
Los sobrevivientes de la comunidad LGBTIQ+ «tuvieron que luchar mucho tiempo para que se les reconozca» el calvario vivido, subrayó hoy la presidenta del Bundestag (cámara baja), Barbel Bas, al recordar que el nazismo asesinó, castró o sometió a horribles experimentos médicos a hombres homosexuales en campos de concentración.
Miles de lesbianas, personas transgénero y trabajadoras sexuales fueron consideradas «degeneradas» y encarceladas en los campos, en condiciones brutales.
Bas apunto que «por desgracia» la comunidad LGBTIQ+ siguió siendo perseguida en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial y «cuando llegaron las reparaciones, muchos ya no estaban vivos».
El texto de 1871 que criminalizaba la homosexualidad desapareció del Código Penal de la Alemania comunista en el año 1968, pero en Alemania occidental la criminalización de la homosexualidad no se abolió por completo hasta 1994.
«Tenemos que seguir lidiando con nuestro pasado», consideró Bas, del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) del canciller Olaf Scholz, que llamó a no dar por sentada una sociedad libre y abierta.
A la vez, dijo que le «preocupan los intentos por relativizar la singularidad del Holocausto».
«El antisemitismo y el antigitanismo, el racismo, vuelven a aumentar. Cada día se registran en Alemania un promedio de cinco delitos antisemitas. Los monumentos conmemorativos son profanados. Se ataca a las instituciones y sinagogas judías, se hostiga, amenaza y agrede a las personas por ser judías. Es una vergüenza para nuestro país», añadió.
Desde 1996, Alemania recuerda cada año a las víctimas del Holocausto en el Parlamento, pero la jornada siempre estuvo centrada en el recuerdo de los seis millones de judíos asesinados por el régimen de Adolf Hitler.
«Si algunos grupos de víctimas son categorizados como menos valiosos que otros, eso significa que la ideología nazi perdura», alertó ante el Bundestag Rozette Kats, una judía holandesa de 80 años que durante el Holocausto vivió escondida en Ámsterdam y cuyos padres murieron en Auschwitz, informaron las agencias de noticias dpa y AFP.
«Todas las personas que fueron perseguidas en aquella época merecen un recuerdo respetuoso», señaló.
Kats trazó un paralelismo entre su historia y el de la personas LGBTIQ perseguidas al decir que de niña tuvo que aprender a ocultar y negar su identidad, como pasó con muchos miembros de las minorías sexuales.
«Durante mucho tiempo, la promesa de ‘nunca más’ no se refería a todas las víctimas de los nacionalsocialistas«, dijo. «Se comprendió muy tarde que la catalogación ‘asocial’ como motivo de encarcelamiento era una definición nazi que también se utilizó indebidamente para condenar a las mujeres lesbianas», apuntó, según recogió la cadena pública alemana ARD.
Historias y recuerdos
En la ceremonia en el Parlamento, la actriz Maren Kroymann recordó la vida de la ya fallecida víctima del Holocausto Mary Pünjer, una judía nacida en Hamburgo que fue detenida con el pretexto de ser «asocial» por lesbiana.
«Querida Mary Pünjer, en realidad deberías estar tú aquí hablando», señaló Kroymann, que reveló ser lesbiana en 1993.
Pünjer fue acusada de «comportamiento lésbico» y asesinada en el centro de exterminio de Bernburg en Sajonia-Anhalt en 1942.
El actor Jannik Schümann fue el responsable de transmitir la historia de Karl Gorath, un homosexual que sobrevivió a Auschwitz y que luego fue de nuevo condenado por homosexualidad en Alemania occidental, por el mismo juez que lo había condenado durante el nazismo.
También se escuchó el testimonio de Klaus Schirdewahn, que en 1964 fue condenado en Alemania occidental por una relación sexual con otro hombre, en virtud de una ley de la era nazi. Este viernes habló de la vergüenza que arrastró la mayor parte de su vida.
«Hago todo lo que puedo para que no se olvide nuestra historia», dijo Schirdewahn, de 75 años.
Por su parte, el canciller Scholz recordó la responsabilidad histórica de Alemania en el asesinato de millones de judíos durante la época nazi.
«El sufrimiento de seis millones de judíos asesinados inocentemente no se olvida, como tampoco el sufrimiento de los supervivientes», escribió el jefe del Gobierno alemán en Twitter.
Agregó que, para garantizar que esto no vuelva a ocurrir, la responsabilidad histórica de Alemania se recuerda en este día.
Las Naciones Unidas declararon en 2005 que el 27 de enero se conmemora el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Ese día de 1945, soldados del Ejército Rojo ruso liberaron a los sobrevivientes del campo de concentración y exterminio alemán de Auschwitz, en la Polonia ocupada. Los nazis habían asesinado allí a más de un millón de personas.
Fuente: Telam