Cuando se pensaba que la historia con el puma había terminado, se volvieron a encontrar nuevas huellas que reafirman la presencia del animal en la zona. En un principio se trataría de un solo ejemplar, adulto, pero aún se especula con que sea una hembra con una cría.
Aunque se creía que el animal había abandonado el lugar, el hallazgo motivó al equipo de búsqueda a redoblar los esfuerzos. A raíz de ello, desde la Dirección Provincial de Fauna se tomó la decisión de colocar cinco cámaras trampa, lo que permitiría obtener un registro fotográfico o de vídeo del felino.
Según explicó Francisco Baggio, subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana de la municipalidad neuquina, además de la jaula trampa que ya está instalada en la península, se implementó el uso de una nueva jaula que utiliza un cebo vivo dentro de una más pequeña.
“Lo único que podemos certificar es que estamos hablando de un ejemplar adulto seguramente por el tamaño de las huellas”, confirmó el funcionario, y acotó que tienen dudas sobre si existe la compañía de un ejemplar de menor tamaño o un cachorro. La duda tiene origen en la poca claridad que tienen las huellas más pequeñas, que incluso podrían pertenecer a alguno de los perros que frecuentan la zona.
“Es un animal de hábitos nocturnos, depredador, que puede estar absolutamente cómodo un día y medio o dos arriba de un árbol sin moverse, o escondido en la vegetación. Tenemos que tomar todos los recaudos, por eso en modo preventivo el área está cerrada“, comentó Baggio sobre la decisión de prohibir el ingreso a la península.
A su vez, destacó que es muy raro que un puma ataque a las personas. “Está comprobado que es un hecho que no ocurre con frecuencia si no se lo acorrala o se lo agrede. Ante la presencia del humano, huye”, detalló.
La Península Hiroki tiene un área de 20 hectáreas y una isla de 20 hectáreas que se encuentra al frente, separada por diez metros de río que el puma puede cruzar sin ningún tipo de problema.