El interventor federal de Brasilia, Ricardo Cappelli, denunció este martes que el ataque golpista perpetrado el pasado domingo por bolsonaristas en la capital fue resultado de «un acto de sabotaje» del exsecretario de Seguridad Pública de la ciudad Anderson Torres.
En una entrevista con la cadena CNN Brasil, Cappelli afirmó que Torres, quien era el ministro de Justicia del expresidente Jair Bolsonaro, asumió la secretaría el pasado 2 de enero y cambió todo el mando para luego irse de vacaciones fuera de Brasil.
“El día 1 tuvimos una inauguración con miles de personas y un operativo de seguridad sumamente exitoso. Lo que cambió el pasado domingo 8 fue que el 2 (de enero) Anderson Torres asumió la Secretaría de Seguridad, destituyó a todo el comando y viajó. Si esto no es sabotaje, no sé qué es», sentenció.
El funcionario, designado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva para asumir la seguridad pública en el Distrito Federal (DF) ante la omisión de las autoridades locales, argumentó que “el problema no era de los oficiales de la Policía Militar y de la corporación”.
“En las últimas 36 horas han estado a mi lado decenas de oficiales, delegados de la Policía Civil del DF, quienes han cumplido con sus obligaciones. Lo que faltó el domingo fue la dirección de la Secretaría de Seguridad”, dijo.
El pasado domingo, mientras simpatizantes bolsonaristas asaltaban las sedes de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial en reclamo de un golpe militar, el entonces secretario de Seguridad capitalino estaba en Orlando, Estados Unidos, al igual que Bolsonaro, según la prensa local.
Ese mismo día, el gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, decidió explusar a Torres del cargo, al atribuirle responsabilidad por lo ocurrido. Este lunes, la Corte Suprema suspendió a Rocha por 90 días hasta que se aclaren los sucesos del domingo.
Cappelli explicó que, desde que asumió el cargo, el primer desafío fue tomar el mando de las fuerzas de seguridad de la capital, para luego iniciar la desmovilización del campamento bolsonarista en Brasilia, así como la identificación y detención de quienes participaron en los ataques del domingo.
“Hay bastante material para identificar no solo la conducta de los manifestantes, sino también la conducta de quienes, como agentes de la ley, no cumplieron con su papel”, dijo el interventor federal, quien aseguró que «no habrá impunidad» para los golpistas.
De momento, las autoridades brasileñas arrestaron a 1.500 personas, que en su mayoría estaban en la acampada que pedía un golpe militar, mientras que unos 300 participaron directamente en la invasión del Congreso, el Tribunal Supremo y el Palacio del Planalto.
El funcionario reiteró que se cumplirá la ley «para que quede claro que nadie atentará contra el Estado Democrático de Derecho en Brasil» y que no se piense que atacar contra las instituciones no tiene consecuencias, consignó la agencia de noticias Sputnik.
Los ataques del domingo se produjeron en buena parte gracias a que la Policía Militar -que depende del gobierno del Distrito Federal- no actuó contra los manifestantes y, en algunos casos, facilitó incluso los actos vandálicos.
“Lo vuelvo a decir: la responsabilidad central del domingo fue la falta de mando. Fue una operación de sabotaje estructurado comandada por el exministro de Bolsonaro, Anderson Torres, que dejó la secretaría sin dirección, sin liderazgo y huyó al exterior”, concluyó.
Sin embargo, Torres se desligó de la intentona golpista en Twitter, donde publicó un comunicado en el que se decía “sorprendido por las lamentables escenas” en Brasilia durante su “segundo día de vacaciones”.
— Anderson Torres (@andersongtorres) January 9, 2023
“Lamento profundamente que se planteen hipótesis absurdas de cualquier tipo de connivencia de mi parte con las barbaridades que estamos presenciando. Estoy seguro de que este execrable episodio será completamente esclarecido, y los responsables serán castigados ejemplarmente”, apuntó. Fuente: Telam