A pocos meses del vencimiento de las concesiones de las hidroeléctricas y pocos días después de la decisión de Nación de prorrogar las concesiones por un año, el debate por el control de las represas aún no está saldado.
“Nosotros lo que pretendemos es poder constituir una empresa tripartita entre las dos provincias y Nación en parte iguales y que se nos pague un valor de la energía que cubra la operación, el mantenimiento y las reformas tecnológicas que deben tener nuestras represas. Y con el resultado económico con la creación de un fideicomiso con objetivo específico de la construcción de una represa sobre el río Neuquén”, dijo Elías Sapag, presidente de Emprendimientos Hidroeléctricos, representante neuquino en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) y y Representantes de las Provincias de Buenos Aires, Río Negro y Neuquén en el Órgano de Seguridad de Presas del Comahue.
¿Cómo tomaron la decisión de Nación?
El problema no es que la prorrogue porque en el contrato de concesión está contemplada esta posibilidad. Ahora hay que ver si lo aceptan las concesionarias. El problema es que nos tenemos que sentar a charlar del tema, como corresponde. Estuve con el subsecretario de Energía y le llevamos la propuesta de las provincias de Río Negro y Neuquén.
Nosotros lo que pretendemos es poder constituir una empresa tripartita entre las dos provincias y Nación en parte iguales y que se nos pague un valor de la energía que cubra la operación, el mantenimiento y las reformas tecnológicas que deben tener nuestras represas. Y con el resultado económico, con la creación de un fideicomiso con objetivo específico de la construcción de una represa sobre el río Neuquén.
Y todo esto en el cumplimiento de los objetivos que se fijaron las provincias: preservar el medioambiente, el agua para la población, el riego, la industria, la recreación y la energía limpia y barata.
El precio que estamos proponiendo es mucho menor del actual. Hoy el valor de la energía le cuesta a la Nación entre 70 y 80 dólares. Nosotros estamos pidiendo 40 o 45 dólares a los efectos de la realización de obras.
¿Qué les respondieron de Nación?
La reunión fue hace un mes y medio y en ese momento nos dijeron que entendían la posición de nuestras provincias pero que no nos iban a dar la administración de la concesión. Entonces, le propusimos reunir a los cuadros técnicos de ambas partes para poder verlo en profundidad y converger en una solución. Por supuesto que nunca obtuvimos ninguna respuesta.
El día en el que estábamos en esta reunión, el senador (Oscar) Parrilli presentaba este proyecto para pasárselo a Enarsa.
¿Qué opina del proyecto?
Yo le dije a Oscar (Parrilli) que no había problema en discutirlo pero no estaba de acuerdo con la ley. Para empezar no cuantifica la relación que Enarsa debe tener con las provincias y la verdad es que Enarsa no puede hacerse cargo de la administración de nada. Hace 9 años está construyendo Cóndor Cliff y la Barrancosa con un resultado de 22% en una y 32% en otra. Entonces, nosotros realmente no queremos esa posición.
Hace unos días Jorge Lapeña, presidente del IAE general Mosconi, planteaba que el debate en torno a las hidroeléctricas estaba confundido. ¿Qué opinas de sus dichos?
En cuanto a él, se contacto con nosotros después de una conferencia que dimos en el Centro de Ingenieros de Neuquén y le expusimos el Plan Hidroeléctrico que teníamos las provincias de Río Negro y Neuquén. Ellos dijeron que filosóficamente lo aceptaban pero debían ver los detalles.
Nosotros quedamos comprometidos en varias cosas. Primero, que las represas son de Nación, nosotros no tenemos interés en la propiedad de la represa porque no se puede desprender. Lo que queremos es la administración y el resultado del negocio. Actualmente el resultado del negocio lo tiene la concesionaria y para nosotros es un mecanismo para poder construir una represa.
Segundo, las regalías no son la concesión por el agua sino la compensación que Nación da a las provincias por la ocupación del agua de un valle que queda improductivo a partir de la construcción de la presa. Y otra cosa es la concesión del uso del agua para la generación de energía eléctrica, que es la discusión que tenemos que tener. Ellos son monopolio de la energía y a distribucion; nosotros, las provincias, somos dueños del recurso y tenemos que dar la concesión. En esos dos conceptos es sobre lo que tenemos que encontrar un acuerdo.
¿Por qué surge ahora esta discusión?
En estos 30 años la Nación no cumplió con los pactos internacionales en cuanto a la reducción de la emisión de dióxido de carbono. Con las ganancias de las de las concesionarias hicieron dos térmicas en la provincia de Buenos Aires que hoy están funcionando a gasoil porque no hay gas. Y todo a un costo enorme, de casi 130 dólares.
Tampoco cumplieron con reconstitución de la seguridad de vida y bienes porque no construyeron Chihuido y ni siquiera cumplieron con la orden de la Suprema Corte que les decía que tenían que solucionar este tema.
Y tercero, no cumplieron con las leyes en cuanto a las regalías porque no nos pagan de acuerdo a la ley. Y además faltan a los contratos cuando tampoco le pagan a la autoridad de cuencas lo que nos debería cumplieron en nada. Las provincias creemos que hemos evolucionado lo suficiente como para ser pares para administrar, controlar, pagar como corresponde y mantener las seguridad a quienes son nuestros ciudadanos. Desde allá, a 1200 kilómetros de acá, sólo quieren de nosotros la energía limpia, barata y firme.
Ahora hay un año para discutir estas ideas.
Por supuesto, es lo que estamos pidiéndole a este Gobierno. Estamos pidiendo sentarnos, tenemos una propuesta. Si ellos tienen otra visión… Bueno, hay que conjugar como con cualquier cosa que entre dos partes tienen que acordar.