Transcurrió la primera semana del esperado y demorado (por la pandemia) juicio luego de tres años del crimen de Fernando Báez Sosa. Y si bien no es que la sociedad descubrió en estos cinco días qué sucedió la madrugada del 18 de enero del 2020 en Villa Gesell, es verdad que algunos crudos testimonios generaron muchos sentimientos e incluso abrieron más la herida.
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El debate está previsto que dure 22 días hábiles, o sea hasta el próximo 31. En el medio se programó la comparecencia de 177 testigos, pero la lista seguramente se reducirá. Por lo que se puede interpretar hasta ahora, hay dos líneas claras que siguen la querella y la defensa.
El equipo que lidera el abogado Fernando Burlando está tratando de probar que hubo un plan armado por los ocho jóvenes con pasado rugbier en el club Náutico Zárate, para matar al estudiante de Derecho; que desde que salieron del boliche hubo roles definidos e intención de llevar a cabo un asesinato en masa, el cual terminó cometiéndose. Y que cada uno de los imputados merece la máxima pena tipificada en estos casos por el Código Penal: prisión perpetua.
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La defensa que encabeza Hugo Tomei, inicialmente buscó que se anularan las actuaciones por improcedentes, algo que el Tribunal frustró de golpe. Luego -y esto es algo que potenciará cuando les toque declarar a los testigos convocados por esta parte- buscó desbaratar aquella idea de que hubo un plan y la intención de matar. A medida que suceda el debate se sabrá si, en todo caso perdido por perdido, Tomei apuntará a que se establezcan diferentes responsabilidades en el ataque para que no todos sus defendidos reciban la misma pena.
Sea lo que fuere que decidan los tres jueces del Tribunal en lo Criminal N° 1 de Dolores, epicentro del juicio, la Sociedad ya dio su veredicto: todos son culpables y todos se merecen perpetua.
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Fuente: Olé