En la primera semana de Gobierno, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva enfrentó este viernes la primera señal de desgaste con la revelación de que su ministra de Turismo, Daniela Carneiro, del partido derechista Unión Brasil, tuvo vínculos y alianzas con líderes de las mafias parapoliciales de los suburbios de Río de Janeiro.
Carneiro fue la diputada más votada del estado en las elecciones de octubre y es la esposa de Waguinho dos Santos, intendente de Belford Roxo, Gran Río de Janeiro. En la segunda vuelta, ambos optaron por apoyar a Lula y abandonar a Jair Bolsonaro, tal como ocurrió con gran parte de Unión Brasil, que es la fusión del Partido Social Liberal y Demócratas.
Tres ministerios de los 37 de Lula le fueron otorgados a Unión Brasil, el de Turismo a Carneiro, el de Comunicaciones al diputado Juscelino Filho y el de Desarrollo Regional a Waldir Goes, exgobernador del amazónico Amapá, como parte de los acuerdos del presidencialismo de coalición para lograr equilibrar fuerzas en el Congreso.
Tres ministerios de los 37 de Lula le fueron otorgados a Unión Brasil como parte de los acuerdos del presidencialismo de coalición para lograr equilibrar fuerzas en el Congreso.
El vínculo de la ministra con investigados y condenados por ser parte de las «milicias» -como se conoce a las mafias de policías que le disputan poder al crimen organizado en favelas y barriadas de Río- puso a varios dirigentes de izquierda y del Partido de los Trabajadores (PT) en colisión con el Gobierno en la primera semana.
El expolicía Juracy Prudencio, líder de la milicia de Jura, aparece en 2018 en fotografías al lado de la actual ministra durante la campaña. Todos eran bolsonaristas en la época.
Prudencio fue condenado a 22 años de prisión por homicidio y fue investigado por el diputado Marcelo Freixo, conocido por actuar en contra de las mafias parapoliciales.
Freixo, aliado de Lula y derrotado candidato a gobernador de Río en octubre, será el presidente del Ente Brasileño de Turismo (Embratur) y su jefa será la ministra Carneiro.
El expolicía Juracy Prudencio, líder de la milicia de Jura, aparece en 2018 en fotografías al lado de la actual ministra durante la campaña. Todos eran bolsonaristas en la época.
Según reveló el diario Folha de Sao Paulo en base a fotografías de las redes sociales, la ministra de Turismo hizo campaña al lado del concejal Fabio Brasil y de familiares del exconcejal Marcinho Bombeiro en Belford Roxo, ambos presos por involucrarse con parapoliciales y luego liberados. Brasil, a su vez, es el secretario de Ciencia y Tecnología de la Municipalidad de Belford Roxo.
Sobre el vínculo y el apoyo de dirigentes políticos que están procesados y condenados por ser parapoliciales en la Baixada Fluminense, los paupérrimos municipios del Gran Río de Janeiro, el jefe de gabinete de Lula, Rui Costa, afirmó: «Hasta el momento no hay nada concreto que nos pueda crear problemas, si aparecen nuevas cosas, ahí veremos, pero no hay nada que provoque ningún tipo de problema para el gobierno».
En el marco de la campaña electoral, Lula erosionó en el Gran Río de Janeiro la gran base de apoyo de Bolsonaro sellando un acuerdo con el intendente Waguinho en Belford Roxo, un reducto de la extrema derecha.
Allí Lula realizó uno de los actos más importantes e incorporó a estos exbolsonaristas a su amplia lista de aliados de derechas.
En medio de estas negociaciones, Télam entrevistó a Waguinho en San Pablo cuando llegó al hotel Mercure antes del balotaje para reunirse con Lula, luego de haberlo hecho en Brasilia con el senador Flávio Bolsonaro, que también buscaba su apoyo.
«Bolsonaro ofreció apoyo a nuestro bloque en diputados a cambio de que me sume a la campaña, pero la oferta de Lula hace brillar más los ojos, que es la realización de un gran frente democrático para reinstalar las políticas sociales», dijo entonces Waguinho.
El partido Unión Brasil lanzó el jueves un comunicado defendiendo su cuota dentro del gabinete de Lula, que también tiene a representantes del Movimiento de la Democracia Brasileña, de Red, del Partido Social Demócrata (PSD), del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), del Partido Socialista Brasileño (PSB), Partido Comunista do Brasil (PCdoB) y del Partido Democrático Laborista (PDT).
«Unión Brasil reconoce la competencia y confía en la capacidad de gestión de la ministra de Turismo, que fue una elección acertada del presidente Lula para conducir la política de turismo rumbo al desarrollo económico y social», señaló un comunicado de la fuerza del diputado Luciano Bivar.
«Bolsonaro ofreció apoyo a nuestro bloque en diputados a cambio de que me sume a la campaña, pero la oferta de Lula hace brillar más los ojos, que es la realización de un gran frente democrático para reinstalar las políticas sociales»Waguinho dos Santos
Bivar intenta convencer a Lula para que el oficialismo dispute la presidencia de Cámara de Diputados contra el bolsonarista y poderoso Arthur Lira, actual titular de la cámara baja.
El diputado, oriundo de Pernambuco como Lula, había sido el gran aliado de Bolsonaro en 2018. Era el presidente del Partido Social Liberal con el cual fue elegido Bolsonaro, aunque al año siguiente rompieron relaciones.
Bivar logró fundar Unión Brasil con la fusión del PSL y el conservador Demócratas y encuentra grandes contradicciones, como por ejemplo tener entre sus filas al antilulista senador electo Sérgio Moro, exministro de Bolsonaro y exjuez que condenó y llevó a prisión 580 días ilegalmente a Lula.
Unión Brasil, además, tiene como ministro de Comunicaciones a Juscelino Filho, diputado del estado de Maranhao resistido por el PT por su pasado reciente: en 2016 votó a favor del juicio político para destituir a Dilma Rousseff y en 2018 celebró la prisión de Lula, hoy su jefe en el gobierno.
El tercer ministro de Unión Brasil es el exgobernador Goes, que pertenecía al PDT del excandidato presidencial Ciro Gomes y cambiará de partido como parte de los acuerdos de gobernabilidad.
Goes, ministro de Desarrollo Regional, llegó al gobierno de la mano del senador Davi Alcolumbre, de Unión Brasil. Fue condenado a 6 años de prisión por desvío de fondos en Amapá, pero el caso fue suspendido tras una apelación ante la suprema corte.
En 2018, para vencer la elección a gobernador, Goes se alineó con Bolsonaro contra el entonces candidato del PT, Fernando Haddad, actual ministro de Economía y compañero en el gabinete
Según los analistas, este movimiento de Lula para incorporar a Unión Brasil deberá encontrar el eco en el Congreso para que el bloque de esa fuerza apoye a los proyectos del gobierno en Legislativo que tendrá gran fuerza opositora, algo que aún no está garantizado.
En este contexto, en su primera reunión de gabinete, Lula advirtió este viernes a sus ministros que los despedirá en caso de que «hagan algo en forma equivocada», pero aclaró que estará al lado de ellos en las buenas y en las malas y que no los abandonará «en el medio del camino».
En un discurso en el Palacio del Planalto frente a los 37 ministros, Lula destacó que convocó a personas con opiniones divergentes para poder «llegar a las mismas conclusiones para reconstruir el país».
Lula dice que despedirá a ministros que hagan algo equivocado
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió este a sus ministros que los despedirá en caso de que «hagan algo en forma equivocada» pero aclaró que estará al lado de ellos en las buenas y en las malas y que no los abandonará «en el medio del camino», durante un discurso que inauguró la primera reunión de gabinete de su Gobierno.
En un discurso en el Palacio del Planalto frente a los 37 ministros que integran su gabinete, Lula destacó que convocó a personas con opiniones divergentes para poder «llegar a las mismas conclusiones para reconstruir el país».
«Quien haga algo en forma equivocada ya sabe: esa persona será, simplemente, de la forma más educadamente posible, invitada a dejar el Gobierno. Y si comete algo grave tendrá que ponerse a disposición de la justicia», aseguró Lula en su discurso.
El Presidente también destacó la «felicidad popular» registrada el domingo 1 de enero durante la fiesta de su asunción en Brasilia.
En ese sentido, contó que lo llamó esta semana el escritor y periodista Fernando Morais, su biógrafo, quien siempre sostuvo que la mejor fiesta popular de asunción al cargo la había vivido en 1973 con la de la tercera presidencia de Juan Domingo Perón en la Argentina.
«Él decía que aquella investidura era la más linda que había visto, pero que esta le gana de 10 a 0 a esa que él decía que era la más linda que había visto en su vida, presencialmente», contó Lula, que convocó a la «unión» de las familias luego del «odio establecido» en los últimos cuatro años durante la gestión de Jair Bolsonaro.
«No somos un Gobierno de filosofía única, de pensamientos iguales, siendo diferentes debemos hacer un esfuerzo para construir igual», sostuvo.
En ese marco, afirmó que no habrá vetos ideológicos para hacer un acuerdos con el Congreso y llevar adelante las propuestas «a favor del pueblo y de la democracia».
Lula aseguró que tendrá una «ardua» tarea en la relación con el Congreso, advirtió que los empresarios rurales que violen la Ley ambiental serán responsabilizados y deberá reconstruir las políticas públicas que fueron abandonadas, citando la cuestión del empleo, el salario, la presencia de médicos en todo el país y la calidad de la educación primaria.
Lula dijo que su gestión será montada por políticos y técnicos «muy competente».
«Es necesario saber que este Gobierno se monta también por acuerdos políticos, porque no sirve tener a alguien que estudió en Harvard pero que no tiene capacidad de llevar adelante los proyectos en su relación con el Congreso», comentó.
«Haré la más grande relación con el Congreso, estoy dispuesto a conversar lo necesario con todos para aprobar los proyectos, no hay veto ideológico ni asunto prohibido para conversar», dijo.
Fuente: Telam