La noticia no podía ser más inoportuna y más problemática para el momento que vive Boca. Durante la práctica de este martes en el Centro de Entrenamiento de Ezeiza, Nicolás Figal sufrió una lesión muscular que le impedirá jugar los amistosos programados para el próximo sábado ante Independiente y el viernes 13 de enero frente a Everton de Chile, ambos partidos a disputarse en San Juan, sino que su presencia está seriamente comprometida en el primer encuentro oficial del año, en el clásico con Racing en Abu Dhabi por la Supercopa Argentina, el 20 de este mes.
Es una baja muy sensible para Hugo Ibarra, que viene insistiendo por lo bajo para que la dirigencia refuerce la defensa central, no sólo por la ya conocida baja por lesión de Marcos Rojo, sino por la repentina salida del club de Carlos Zambrano luego de una fuerte discusión con el entrenador que motivó su rescisión de contrato (tenía vínculo vigente hasta mediados de 2023). Así las cosas, Boca pierde al marcador central más confiable, de mayor rendimiento en la última parte del año, y que, de no mediar alguna incorporación de último momento, la final contra Racing con Facundo Roncaglia (de modesto rendimiento en su regreso al club), Nicolás Valentini (el CT lo tiene muy bien considerado luego de regresar de su préstamo en Aldosivi) y Gabriel Aranda (un chico de las Inferiores que poco a poco se fue asentando en la Primera, aunque aún sin la experiencia suficiente). También cuenta con la posibilidad de que Agustín Sández pueda ocupar el puesto de segundo zaguero.
Hasta el momento, el club no informó publicó un parte médico oficial, por lo que se desconoce la zona de la lesión y el grado de la misma. Por lo pronto, el jugador comenzará a ser tratado, mientras Ibarra intentará que la dirigencia acelere por Lucas Merolla, el defensor de Huracán por el que Boca inició gestiones hace un tiempo, aceleró en las últimas horas a través del agente del jugador, pero que deberá mejorar la oferta económica al Globo para cerrar la operación.
Fuente: Olé