Las protestas en Perú contra la presidenta Dina Boluarte, sucesora del mandatario destituido y detenido Pedro Castillo, se reactivaron este jueves tras una interrupción por las fiestas de fin de año, con bloqueos de rutas y manifestaciones en varias regiones.
«Existen diez puntos de bloqueo, especialmente en Puno» (sureste), dijo a periodistas el jefe del gabinete de ministros, Alberto Otárola, tras la instalación en Lima de un centro de monitoreo y control de crisis.
En Arequipa (sur), la Policía intentaba desbloquear vías utilizando gases lacrimógenos para dispersar a decenas de manifestantes.
Los bloqueos con piedras y quema de neumáticos también ocurrían en vías de las regiones de Junín (centro) y Puno, Cusco y Apurímac (sureste).
«Los aeropuertos están funcionando normalmente», precisó, sin embargo, Otárola.
Los edificios públicos y aeropuertos en las regiones donde se anunciaron protestas amanecieron resguardados por policías y militares, estos últimos autorizados a intervenir tras la declaratoria de un estado de emergencia a mediados de diciembre.
«Llamo a la paz, a la calma, a la unidad para impulsar el desarrollo de la patria», exigió desde Lima, Boluarte.
Otárola hizo también un llamado a la paz.
«El derecho a la protesta está amparado en la Constitución, pero tiene un límite», apuntó -sin embargo- el primer ministro, informó la agencia de noticias Sputnik.
«Hacemos una invocación a la paz y que nuestros compatriotas del sur puedan desarrollar sus actividades para sacar adelante a sus familias», dijo hoy Otárola a la cadena de televisión local Canal N.
En un intento por aplacar las demandas, en diciembre el Parlamento adelantó los comicios de 2026 a abril de 2024. Pero los manifestantes exigen la salida inmediata de Boluarte y los miembros del Congreso a través de un adelanto de elecciones generales.
Milan Knezvich, presidente del Frente de Lucha de la ciudad de Abancay, en Apurímac, aseguró que las protestas continuarán.
«Nadie va a querer dialogar con ella. Mientras la señora Dina Boluarte no renuncie esto va a seguir», dijo a radio Exitosa, en declaraciones que reprodujo la agencia de noticias AFP
En su calidad de vicepresidenta, Boluarte sustituyó a Castillo, un maestro rural de izquierda que el 7 fue destituido por el Congreso y luego detenido para ser investigado por rebelión.
Tras la caída de Castillo, se desataron violentas protestas en el centro y sur del país, donde el exgobernante tiene apoyo, que fueron duramente reprimidas por policías y militares.
En total, 28 civiles murieron a raíz de la represión: 22 personas por enfrentamientos directos con las fuerzas del orden; y 6 por hechos relacionados con las protestas y el bloqueo de rutas, según datos de la Defensoría de Perú. Además otros 600 civiles resultaron heridos.
«Diciembre ha sido un mes difícil. No lo repitamos en enero», agregó Otárola.
Desde el 10 de diciembre, diversas protestas sociales se llevaron a cabo en el país de parte de grupos y organizaciones de ciudadanos.
Las manifestaciones menguaron con las fiestas de fin de año, pero gremios y organizaciones indígenas y campesinas las retomaron hoy con promesas de mantenerlas en los próximos días.
Fuente: Telam