Por séptimo año consecutivo Claudia y su marido Roberto regalarán pan dulces durante la época de las fiestas para aquellos que no pueden comprarlo. Ella es cuidadora y el albañil.
Toda la producción se realiza en el propio hogar de la pareja y no reciben ayuda monetaria de ningún organismo. “Tenemos la ayuda de dios. Hacerlo solo nosotros es imposible”, contó Claudia. “Tengo una amiga que desde hace cinco años trae su aporte, pero no quiere ser nombrada ni que le tomen fotos”, agregó. Con esa plata pueden comprar lo necesario para armar 300 bolsitas de golosinas que acompañan los pan dulces.
La producción le demandó más de $110.000, y en un momento temieron no poder llegar a juntar el monto necesario ya que su marido se había quedado sin trabajo en octubre. Sin embargo, en diciembre le ofrecieron hacer una casa desde cero en Cipolletti y lograron conseguir el dinero.
La tarea le lleva a la pareja mucho tiempo, sobre todo el proceso de leudado, pero Claudia asegura que lo hacen con mucho cariño. “La gente es super agradecida. Salimos a entregarlos durante cinco años, pero es tanto el trabajo que lleva hacer mil panes que salir a repartirlos y caminar cuadra por cuadra es mucho desgaste físico”, explicó.
Desde el año pasado ponen un punto de encuentro para que los que estén interesados y lo necesiten se acerquen a retirar su pan. Esta vez, el lugar será a las 18.30 en la plaza Los Pioneros, ubicada en Honduras y República Argentina en Centenario, cerca de la Avenida Libertador.
“Entregamos 150 panes en dos geriátricos y la mujer que nos ayuda se llevó una caja y un bolso para repartir a familias que sabe que lo necesitan. El pan va con un texto bíblico que dice «Para dios no hay imposible». Es algo que elaboramos a mano, no es solamente un pan“, destacó la mujer.
Cualquier persona que quiera colaborar con Claudia y Roberto pueden comunicarse con ellos a través del 2994766585.