«Es amor. No hay otra forma de definirlo”. Lisandro Martínez, el defensor de la Selección, deja acaso la mejor definición para esta historia. Se puede llamar química, feeling, idilio, pero hay algo más. Hay algo que nace del corazón entre este equipo y la gente, que se nota en cada grito, en cada canto, en cada paso que se da por Qatar. Nunca se vieron tantas camisetas argentinas. Y no es una descripción exagerada. Es absoluta.
Porque a los hinchas de siempre que Argentina lleva a cada Mundial, a los genuinos, se les suma una cantidad asombrosa de simpatizantes de otros países que también aman a Messi. Y que por eso van vistiendo de celeste y blanco la sede futbolística, las calles, las canchas, los 11.571 km2 de tierra y desierto qatarí. Si alguien cerrara los ojos y se imaginara que el Mundial se está jugando en nuestro país, no estaría tan alejado de lo que se ve. Y se siente…
Pero dentro de ese marco popular, hay una relación de amor, como dice Lisandro. Amor por la camiseta, como siempre. Amor por una Selección que le devolvió la ilusión a la gente. Amor por un equipo que le colgó la medalla de campeón a una generación que no sabía de qué se trataba. Amor por un Messi en su mejor expresión. Y amor, sobre todo, por un grupo de jugadores que juegan como hinchas. “Es que eso somos nosotros también. Seguimos siendo hinchas que tenemos el privilegio de jugar representando a nuestro país”, dice De Paul, una de las banderas.
Somos locales otra vez…
Sin embargo, este fenómeno va más allá. Trasciende fronteras, une culturas, se traslada a la cancha, sorprende al mundo de la pelota como nunca. Porque los estadios tienen un marco similar a cualquier partido por Eliminatorias en el Monumental o en la Bombonera. Eso es lo que llama la atención. La cantidad de camisetas propias, originales, pero también de las otras, producto de la admiración ajena, tiene a un Messi multiplicado con su 10, el jeque del fútbol mundial.
Lionel Messi – 6-12-2022
Con esta garra, corazón y Messi, es posible
Igualmente, es el calor de los hinchas argentinos, sus cantos renovados (ya sin el “vamos, vamos, Argentina… o el “volveremos, volveremos” repetidos hasta el hartazgo), generan una atracción particular. “Estamos jugando como si estuviéramos en Argentina. Incluso, cuando perdimos con Arabia la gente alentó como si hubiéramos ganado”, describe Di María.
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Hay una causa en común, un positivismo que tampoco se había dado en otros momentos de la Selección. Siempre el hincha argentino estuvo presente. Siempre se hizo sentir en los Mundiales. Siempre hizo del canto del Himno Nacional un show único, inolvidable, emotivo como pocos. Siempre se las ingenió, como ahora (vendiendo autos, casas, haciendo changas, viniendo en bicicleta, en mil escalas, dando la vuelta al planisferio) para estar en cada Copa del Mundo. Pero lo que se da en Qatar, con una moneda tan devaluada, en una situación tan crítica de nuestra economía, rompe todos los esquemas. No sólo hay más gente de lo pensado: hay una ilusión, una emoción y una esperanza pocas veces vistas.
Admiración mundial
“Jugar contra Argentina con los fanáticos ahí es impresionante. Estuve en el estadio en el partido contra Australia y fue espectacular”. Ronald De Boer, ex jugador holándes, resume en la nota con Olé la mirada exterior, el asombro, también la admiración. Justamente en el estadio Ahmad Bin Ali se vivió una sensación de localía que sacudió al planeta de la pelota. Entre la cantidad de hinchas (hubo casi 40 mil, en realidad, en un estadio en el que entran 44), la acustítica del estadio y la euforia de la clasificación a cuartos, los jugadores se fueron conmovidos. “Es impresionante lo de la gente”, lo definió Messi, la llave de esta mágica sinergia que lo hace más feliz todavía.
Selección Argentina – 6-12-2022
El banderazo de los hinchas argentinos en Qatar
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Si en paralelo se jugara el Mundial de los hinchas, Argentina ya sería campeona del mundo en el rubro. Ni los brasileños, que siempre son muchos, llenaron la cancha en los partidos de su selección como ocurrió con el equipo nacional. Contra México, además, se dio una marca top: también por el aporte azteca, en el estadio más grande de Qatar (el Lusail), donde se disputará la final y donde la Selección volverá a jugar ahora en cuartos, se registró el partido con más concurrencia en un Mundial en los últimos 28 años: fueron 88.966 espectadores, una cifra que no se alcanzaba desde EE.UU 94 (94.194 en la final Brasil-Italia).
argentina – 6-12-2022
«Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar…», suena el hit en el banderazo (video Olé)
Causas y efectos
¿Que hay detrás de esta súper convocatoria argentina? Una realidad alternativa. ¿Hay más gente en Qatar que en Brasil 2014, donde también los argentinos, por la cercanía, fueron en masa? Puede que no. Pero aquí es más local por lo citado anteriormente: hay muchos más hinchas de los países de Medio Oriente pero también de los que están del otro lado del Mar Arábigo (India, Pakistán y, sobre todo, Bangladesh), que quieren ver ganar a Messi, que hinchan por Messi, que adoran a Messi.
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También es cierto que los hinchas de las selecciones europeas no tienen mucha presencia en este Mundial. Y eso, entonces, potencia la localía argenta. Hay una especie de boicot de los europeos amparado en varias razones, fundamentalmente en la vulneración de los derechos de las mujeres, la prohibición de la diversidad sexual y la hostilidad hacia la comunidad LGTBIQ. Además de otro punto que, para los hinchas del Viejo Continente forma parte de su tradición: beber alcohol en la cancha, antes y después de los partidos, algo que aquí no está permitido en general, a excepción del Fan Fest.
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De todos modos, eso no hubiese modificado mucho la enorme convocatoria de los argentinos, que siguen buscando entradas donde no hay (cada vez son más pidiendo tickets), que siguen llegando, que siguen haciendo banderazos que rompen incluso con los protocolos…
Es el día previo a un partido de Argentina y explota el Souq Waqif, uno de los mercados tradicionales de este país. Tocan Ciro y Los Persas y revienta la zona de Katara, una de las playas donde los hinchas imponen el ritmo de la cumbia. Suenan Los Totora y estalla el Fan Fest previo al partido con Polonia. Pero lo fundamental es que juega el campeón de América, y el estadio se viste de celeste y blanco.
Selección Argentina – 6-12-2022
Así se cantó el Himno Nacional previo al choque con Australia.
“En Argentina nací, tierra de Diego y Lionel…”, es el hit que la rompe en Qatar 2022, que se impone, que motiva, que canta hasta el propio Messi. “Lo de los hinchas es una inyección de moral única. No tiene explicación lo que puede sentir un jugador al ver a esa gente, pensando que detrás hay todo un país”, dice Scaloni, en la otra definición que resume este fenómeno inigualable.
La Selección va por su sueño, quiere ganar la tercera y ser campeón mundial. Pero sus hinchas, aquí en Qatar, ya lograron su propia Copa del Mundo…
DOHA (ENVIADO).
Fuente: Olé