Otra sorpresa más en el Mundial. No por un resultado, como el batacazo de Marruecos contra España, sino por Cristiano Ronaldo. El crack, por primera vez en su carrera, no fue titular en un partido del Mundial. O mejor dicho en una fase de este tipo, porque en 2006 había estado en el banco contra México, con el equipo ya clasificado.
En el último partido contra Corea del Sur, el técnico Fernando Santos lo había sacado de la cancha y CR7 se había calentado mucho, con insultos al aire y palabras dirigidas directo al entrenador. El propio DT después reconoció que no le había gustado nada la reacción de Cristiano, quien luego vio sentado en el banco el 1-2 contra Corea, que dejó afuera a Uruguay,
El Bicho evidentemente pagó por ese gesto: en su quinto Mundial, y después de haber comido banco muchas veces en el Manchester United (de donde se va, a Arabia Saudita), quedó de suplente en su selección.
En total, Cristiano jugó 20 partidos en Mundiales, todos como titular. Porque en el único que fue suplente, fue para cuidarse. Y sorpresivamente, el entrenador decidió bajarle el copete y prescindir de él en un partido decisivo de octavos de final, metiendo Ramos, compañero de Otamendi y Enzo Fernández en el Benfica.
«Hoy es por Portugal y por los portugueses! Por ellos y por nosotros. Es hoy por todos nuestros sueños que tenemos cada uno de nosotros. Vamos con todo», escribió Cristiano por la mañana. Seguramente sin imaginarse que arrancaría desde el banco…
Fue una bomba, como si Messi fuera suplente en Argentina. O Neymar en Brasil. O Mbappé en Francia. Le tocó a Cristiano e hizo mucho ruido.
Fuente: Olé