El duelo aparte de Xhaka: gesto obsceno y festejo político ante Serbia

El duelo que protagonizaron Suiza y Serbia el viernes fue sin dudas el más picante del Mundial de Qatar. Más allá de la rivalidad en la cancha, que tenía un pase a octavos de final en juego, entre ambos países hay una fuerte pica por conflictos políticos y bélicos. Y la misma se pudo ver durante varios pasajes del encuentro: Granit Xhaka podría ser sancionado luego de realizar un gesto obsceno y festejar con una polémica camiseta luego del triunfo 3-2.

Xhaka, capitán de Suiza, provocó al banco de Serbia tomándose los genitales, lo que llevó una invasión de campo por parte de los balcánicos enfurecidos. Luego, ya en tiempo de descuento, estuvo a los empujones con varios rivales y se la bancó contra el arquero Milinkovic Savic, que lo tomó del cuello.

Y una vez decretada la clasificación suiza a octavos de final (se enfrentará con Portugal), Xhaka festejó en el campo de juego con una camiseta que causó revuelo por sus implicancias políticas. El volante del Arsenal se sacó la 10 y se puso la 26 de Jashari, que tiene una gran particularidad…

Si bien la casaca pertenece a Ardon Jashari, integrante del plantel helvético que, como Xhaka, tiene origen albano-kosovar, también hace referencia a Adem Jashari, fundador de KLA (Ejército de Liberación de Kosovo), que fue ejecutado junto a otras 60 personas por el ejército serbio en 1998.

A partir de estos gestos, Xhaka estaría siendo investigado por parte de la FIFA y podría recibir algún tipo de sanción. No obstante, cuando le preguntaron la tiró afuera y dijo que no hubo «ningún tipo de trasfondo político. Ardon es parte de nuestro equipo y pasamos mucho tiempo juntos. Le dije que si ganábamos me pondría su camiseta».

El conflicto político remite a la guerra de los Balcanes (1991-2001) y tiene como antecedente cercano un partido entre ambas selecciones en Rusia 2018, en el que dos jugadores suizos de origen kosovar, Xhaka y Shaqiri, cuyas familias fueron forzadas al exilio, festejaron su victoria imitando al águila bicéfala, símbolo de la bandera albanesa.

Shaqiri nació en Kosovo y Xhaka también tiene raíces en esta antigua provincia serbia que declaró su independencia en 2008 y donde una parte de la población se identifica con el nacionalismo albanés. La independencia de Kosovo no es reconocida por numerosos estados, incluida Serbia, que tomó dichos festejos como una gran provocación.

Aquella vez, ambos jugadores fueron multados por la FIFA y ahora podría repetirse la historia. Shaqiri, quien anotó el primer gol de Suiza, esta vez no festejó con el águila pero sí se llevó el dedo a la boca y pidió silencio. El partido, que estuvo a cargo del árbitro argentino Fernando Rapallini, terminó con 11 amonestados, incluidos cinco serbios que reaccionaron al gesto de Xhaka.

En los minutos adicionados y cuando ya era inexorable la victoria de Suiza, el serbio Milenkovic provocó con afirmaciones políticas a su rival Xhaka, cuyo padre es albanés y estuvo cuatro años preso en Serbia por reclamar la independencia de Kosovo.