Se cierra la fase de grupos con cuatro partidos y ya se pueden sacar conclusiones. Cuáles fueron hasta ahora las sorpresas y, sobre todo, las decepciones. Porque batacazos hubo varios en los 44 partidos jugados, pero por ejemplo el de Arabia se hizo trizas al quedar mansamente afuera. Distinto fue lo de Japón y Marruecos, victoriosos y líderes con argumentos, sin ayudas.
Al fondo, Australia festeja. Los daneses hicieron un muy mal torneo (EFE / EPA / Abir Sultan).La gran decepción es de un cuco histórico como Alemania. Con renovación de jugadores, con otro entrenador, otra vez hizo sapo en primera ronda, como en Rusia 2018. Claro que nunca se mostró como superpoderoso, pero está claro que la camiseta alemana pesa, con grosos como Neuer o Müller.
Si todavía a Bielsa se lo recuerda por el fracaso 2002, sin pase a octavos, uno puede imaginarse lo que significa para Alemania esta decepción en continuado (como consuelo, hay peor, como Italia sin clasificarse al Mundial en dos ediciones seguidas).
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Otro que defraudó es Bélgica, el de Hazard, De Bruyne y Lukaku, que no tuvo ese instinto que lo caracterizó en toda su carrera y se cansó de errar con Croacia en una final mano a mano. Más allá de eso, lo de los Diablos Rojos, que venían con un ciclo de años de trabajo, fue pobre en cuanto a imagen, tanto que el técnico español ya renunció.
Con figuras mundiales como De Bruyne y Eden Hazard, Bélgica duró tres partidos (EFE / EPA / Rungroj Yongrit).
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Y un poco más atrás, otro que quedó en offside es Dinamarca. Llegaba con un equipo bien armado, que estuvo en semis de Euro con un muy buen fútbol, que incluso había amargado a Francia en la previa y prometía repetir actuaciones como la de históricos (Laudrup, Elkjaer Larsen): los daneses no dieron la talla y no merecieron mucho más que el punto que sumaron…
En el cierre, Uruguay buscará, presionado/obligado contra Ghana, evitar el grupo selecto de decepciones. Que ya las hubo en la primera fase del Mundial.
Fuente: Olé