La muerte de Andrés Balanta, futbolista de Atlético Tucumán, generó un tremendo dolor en el Decano. «Estamos destruidos, no hay otra palabra. Estuvimos todos en el hospital«, dijo Gustavo Alperovich, vicepresidente del club. Tanto el plantel como el cuerpo técnico partió del estadio José Fierro hasta el Centro de Salud en el que se intentó reanimar al colombiano.
Allí se confirmó el fallecimiento y los jugadores salieron muy golpeados. Lucas Pusineri, el técnico que lo había dirigido en Deportivo Cali y lo había pedido para el equipo tucumano, que lo había contratado a préstamo, salió muy dolorido del lugar.
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«Lo que pasó es tremendo, no lo puedo creer», agregó Alperovich. Recordar: Mario Leito, presidente del club, está en Qatar junto a un grupo de familiares, siguiendo a la Selección Argentina en el Mundial.
«Los detalles de lo ocurrido lo dará en su momento el Ministerio Pública Fiscal, que intervino como ocurre cuando ocurren situaciones de esta índole, y el Ministerio de Salud Pública porque fue asistido en el Centro de Salud Zenón Santillán que es el lugar más cercano al estadio, el lugar donde se realizaba la práctica», agregó el vicepresidente Ignacio Golobisky, en declaraciones a La Gaceta.
Cómo sucedió la tragedia
El jugador de 22 años, que el lunes había participado del primer día de pretemporada junto al plantel del Decano al mando de Lucas Pusineri, había trabajado con normalidad de la práctica matutina. «Después de la merienda estaba en la parte de activación de la práctica vespertina, se desplomó, hicieron maniobras de reactivación, lo llevaron al hospital, hizo una arritmia y entró un paro cardíaco», le contó a Olé el doctor Gustavo Portela, médico del plantel de Deportivo Cali, tras comunicarse con sus colegas de Atlético Tucumán. El club cafetero era el dueño del pase del jugador.
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Fuente: Olé