Objetivo Senegal: la prueba de fuego para Ecuador

Los festejos y la alegría por el triunfo histórico contra Qatar en el partido inaugural del Mundial y el posterior empate a pura garra ante el poderoso Países Bajos ya son cosa del pasado. Desde el sábado anterior, la Selección se entrena en Doha con un solo objetivo en la cabeza: dar el gran golpe con Senegal, algo que abrocharía la clasificación a octavos, para repetir la gesta del 2006.

La Tri acumula cuatro unidades y hasta se permite especular con avanzar primera a la siguiente fase, pero primero deberá vencer a los africanos, cuyo saldo es de una caída (0-2 con los neerlandeses) y un triunfo (frente al local, 3-1). Ellos precisan sí o sí ganar, mientras que el empate beneficiará al combinado nacional. Ahora bien, ¿a qué clase de rival se enfrentarán los dirigidos por Gustavo Alfaro? Para empezar, la prueba tendrá un fuerte componente emocional de tensión y los Leones cuentan con jugadores de experiencia en el Viejo Continente.

Su entrenador es uno de los emblemas futbolísticos más grandes del país: Aliou Cissé. Porque fue finalista y mundialista como jugador (era el capitán de la selección que llegó a cuartos en Corea y Japón en 2002), luego dirigió al equipo senegalés en Rusia 2018 y después se consagró campeón de la pasada Copa África. Admirado por el continente, es el entrenador más exótico de la competencia con unas rastas que son furor en las redes sociales, pero también con una ideología que despierta el apoyo de propios y extraños.

Cuatro años atrás, en una conferencia de prensa en Rusia, entre otras cosas decía: “Soy el único director técnico negro en este Mundial. Espero que se sumen más en un futuro. Se ven muchos jugadores africanos en países europeos y en clubes importantes. Ahora necesitamos que los entrenadores africanos demos ese paso”.

“Tengo la certeza de que un día un país africano ganará la Copa del Mundo. Es un poco más complicado en nuestros países, porque tenemos realidades que no existen en otros continentes, pero creo que el continente africano está lleno de cualidades. Estamos en el camino, y estoy seguro de que Senegal y otros países africanos podrán ganar, al igual que Brasil, Alemania u otros europeos”, explicaba incluso antes del inicio del certamen en Qatar. Pero más allá de las cuestiones estéticas e ideológicas, su sistema de juego es pragmático y suele apostar a contragolpes veloces.

En tres años de trabajo, Cissé pudo crear un equipo veloz, pero no como objetivo principal para atacar, sino para defender. La presión alta es vital en su estrategia, y una vez que se recupera la pelota, los volantes y los defensores lo hacen circular de punta a punta hasta encontrar los espacios. A pesar de la ausencia de su as de espadas (Sadio Mané se lesionó, fue operado y se perdió la Copa del Mundo) el combinado senegalés arriba cuenta con la potencia de Boulaye Dia y Famara Diédhiou, los dos tanques que estuvieron ante Qatar (4-4-2). Claro, con Países Bajos había apostado por un dibujo táctico más contenido (4-5-1), aunque no se achicó, le jugó de igual a igual y por poco no le quita punto (con tres salvadas Andries Noppert fue figura en el cuadro neerlandés).

Con la necesidad de ganar, difícilmente Cissé ponga una línea de cinco defensores, algo que ha realizado anteriormente también. Kalidou Koulibaly, del Chelsea y con pasado en el Napoli, es la gran estrella en un fondo que cambió nombres por molestias físicas, pero que siempre cumple con la regla de los países africanos: se mete atrás, en bloque, y se destaca por la firmeza en las alturas (solamente el lateral Youssouf Sabaly, con 1,74, no supera el metro ochenta y ocho de los defensas utilizados).

Respecto al medio, la pelota pasa siempre por Idrissa Gueye, el eje principal. A partir de él nacen las jugadas colectivas. Lo suele acompañar en la contención Cheikhou Kouyaté o Nampalys Mendy, dos de la Premier League (el primero en Nottingham Forest y el segundo en el Leicester). Sí, de África, pero con mucho material en la élite del Viejo Continente. Y, fiel a su juego, la esperanza de generar peligro está depositada en Ismaïla Sarr (Watford), Krépin Diatta (Mónaco) o Nicolas Jackson (Villarreal), todos muy veloces y encaradores.

Formó parte del Grupo H e hizo una campaña bárbara. Compitió en primera instancia contra Togo, Congo y Namibia, logrando la primera posición, con 16 puntos: ganó cinco partidos, empató uno y no perdió. Convirtió 15 goles y recibió solamente cuatro.

Eso lo llevó a una definición mano a mano con Egipto. Sí, otra vez con el rival de la final de la Copa África. Perdió 1-0 de visitante y ganó por el mismo resultado en casa. ¿En los penales? 3-1 y pasaje a Qatar, dejando otra vez a Salah con las manos vacías.

Solamente tuvo dos participaciones. En Corea-Japón 2002 integró el grupo A, junto con Uruguay, Dinamarca y Francia. Debutó venciendo por la mínima a Francia, que era el actual campeón del certamen, para luego empatarle 1-1 a Dinamarca, y terminar la fase de grupos con un 3-3 frente a Uruguay. Ya en los octavos de final, Senegal superó 2-1 a Suecia y en cuartos, cayó 1-0 frente a Turquía. De esa forma terminó séptima, siendo el mejor equipo africano.

En el Mundial de Rusia 2018 fue su segunda participación. El sorteo la mandó al grupo con Colombia, Japón y Polonia. En la tabla finalizó con la misma cantidad de puntos que los asiáticos, pero quedó eliminada por tener dos tarjetas amarillas más que los nipones, siendo la primera selección en la historia de la Copa en quedar afuera vía fair play.

Los Leones buscan el triunfo para meterse de lleno en la siguiente ronda, esperando cruzarse allí con Inglaterra, Estados Unidos, Gales o Irán.

Arqueros: Edouard Mendy, Alfred Gomis y Seny Dieng.

Defensores: Kalidou Koulibalu, Abdou Diallo, Youssouf Sabaly, Fode Ballo Toure, Pape Abou Cisse, Ismail Jakobs, Formose Mendy y Moussa N’Diaye.

Volantes: Gana Gueye, Cheikhou Kouyate, Nampalys Mendy, Krepin Diatta, Pape Gueye, Pape Matar Sarr, Pathe Ciss, Moustapha Name y Loum Ndiaye.

Delanteros: Ismaila Sarr, Boulaye Dia, Bamba Dieng, Famara Diedhiou, Nicolas Jackson y Iliman Ndiaye.