Polonia le ganó a Arabia y le abrió una puerta a Argentina

A veces es un detalle, a veces un ataque bien armado, en otras, un error. Polonia la pasaba mal con Arabia Saudita, que ya dejó de ser una selección débil. La pasó mal todo el partido. Pero se la ganó con un buen ataque en el primer tiempo y con una falla en la salida saudí en el segundo, que Lewandowski no perdonó para poner el 2-0.

Este 2-0 polaco, de todas maneras, es un resultado que no fue de la mano con lo que pasó en el Education Stadium de Qatar. Arabia, pese a la derrota, mantuvo los parámetros de su victoria ante la Selección: presión, intensidad, roce físico, llegadas Sin embargo, no ganó porque falló en la definición. Y porque chocó con Szczesny.

El arquero de la Juve armó la jugada del primer gol y luego tapó todo. Por empezar, un penal a Salem Aldawsari (autor de uno de los goles ante Argentina), sancionado vía VAR por una falta a Al Shehri que no fue. Y no sólo eso, en el rebote también se la sacó a Al-Burayk, en una doble atajada fenomenal. ¿Hubo más? Sí, en el segundo tiempo volvió a sacarle un mano a mano al 10 saudí. Impresionante.

No es un gran equipo el próximo rival de la Selección. Acaso, más allá del triunfo que por ahora nos deja en desventaja, ahí está también una señal de esperanza. Arabia le manejó la pelota, el tiempo, los espacios. Lo presionó, lo ahogó, lo hizo sufrir. Si hubiera metido una de las cinco chances claras que tuvo, la historia hubiera sido otra.  La realidad es que en la mayor parte del partido, Polonia aguantó y salió de contra.

Es cierto que, en esa postura, pegó dos tiros en el palo: un cabezazo de Cash y un toque de Robert. Pero fueron más bien jugadas aisladas. Nunca se llevó por delante al equipo saudí. Pero se lo ganó. Y es lo que vale, tras haber igualado 0 a 0 ante México en el estreno.  Habrá que tener cuidado con Milik, también delantero de la Juve, que es peligroso cuando se lanza en velocidad y se filtra entre la defensa rival. Lo mismo con Zielinski, que ataca mucho más que su homónimo entrenador argentino, y que terminó marcando el gol del 1-0.

Pero después, es un equipo con limitaciones. Que intenta tener un orden, con dos líneas de cuatro, pero que es fácil de descompensar.  Atrás, sufre horrores y si no hubiese sido por Szczesny, el resultado hubiese sido otro. Por la izquierda también da ventajas. Quizás Di María pueda sacar diferencia por esa banda: Bereszinsky tuvo un mal partido.

¿Y Lewandowski? Demás está decir que es un peligro permanente. Y lo demostró con su gol, el del 2-0: se la robó en la salida a Almalki y no falló. Antes, había metido un tiro en el palo, en otra contra aislada y luego, en el final, un mano a mano que falló ante el arquero árabe. Eso sí, cuando salió del área, también lo hizo bien, con criterio, de hecho terminó generando la jugada del cabezazo de Cash al travesaño y luego tuvo ese toque (que no agarró de lleno) y que dio en el palo.