La Justicia analizó el estado actual y la situación en dos cárceles neuquinas y consideró que ambas deben ser cerradas.
La decisión corresponde a la jueza Raquel Gass, quien ordenó que las Unidades de Detención Nº11 y 12 de Neuquén capital no reciban más personas condenadas por la sobrepoblación existente.
Según trascendió, la situación de las Unidades se agravó al entregar la provincia la cárcel en Senillosa a la órbita nacional sin tener una alternativa ante el incremento de la población carcelaria.
Entre los problemas detectados lo más preocupante es la cantidad de detenidos hacinados, problemas de las conexiones de gas y riesgo de incendios, como los que provocaron la muerte de dos internos en agosto pasado, y cuya causa aún se investigan.
Ante la sobrepoblación y las deficiencias señaladas en la infraestructura de la U11, el equipo Operativo de Ejecución del Ministerio Público de la Defensa presentó un Habeas Corpus.
Tras analizar a situación, la jueza Gass ordenó que por seis meses no haya ingresos a los penales ante lo que consideró una situación alarmante.