“Vaca Muerta por sí sola, sin contar los otros yacimientos de shale, podría muy bien equiparar el ingreso de divisas que tiene el sector agroexportador de todo el país. Yo veo que están en una zona de confort, tratando de hacer el mínimo esfuerzo inversor, y con razón porque el país no da garantías de continuidad de las reglas de juego”, dijo Emilio Apud, ingeniero industrial, ex Secretario de Energía y Minería de la Nación, en diálogo con LU5.
En una charla sin desperdicios, Apud habló de potencialidades, oportunidades, plazos, urgencias y llamó a la oposición a trabajar en “la batería de leyes para presentar el 11 de diciembre en el Congreso”.
–¿Estamos realmente con producción récord?
-Hubo momentos en los que la producción alcanzó estos niveles pero no en shale sino en convencional. Creo que nos estamos conformando con cubrir el declino de los pozos convencionales.
Vaca Muerta está creciendo mucho y está cubriendo ese bache y hay que sumar el mercado local, que lo cubre parcialmente por la falta de infraestructura de evacuación del gas.
–Habla de conformarse…
-Si, siempre digo que eso es conformarse con poco porque el recurso que tiene Vaca Muerta es de tal magnitud que excede ampliamente las necesidades del mercado local y regional.
Si no logramos entrar en el mercado mundial a través del gas natural licuado pronto, va a quedar mucho gas bajo tierra sin utilizar porque en 30 o 40 años el mercado se va a reducir mucho por la transición energética hacia una producción hacia cero combustión de hidrocarburos.
Todo lo que no podamos sacar del subsuelo y vender en los próximos 30 o 40 años va a quedar bajo tierra. Esto es en lo que habría que concentrarse más que en satisfacer los picos de invierno o las demandas estacionales.
–Está el recurso y también la transición energética
-Para que tengamos una idea de la potencialidad de Vaca Muerta doy un dato: representa alrededor de 265 tcf de un total de shale gas detectado en todo el país de 800 tcf. Es una cifra muy grande si consideramos que todo el gas consumido en un año en la Argentina no llega a 2 tcf. Hay para 100 años al consumo actual.
No va a haber mercado para el gas y el petróleo para combustión, se viene en serio el tema de la transición pero no se puede hacer de un día para el otro. Por eso hablo de 30 a 40 años, pero en ese periodo hay muchísimas cosas por hacer.
-¿Podemos pensar que la producción de hidrocarburos en Vaca Muerta podría equiparar al campo en el ingreso de divisas?
Vaca Muerta por sí sola, sin contar los otros yacimientos de shale, podría muy bien equiparar el ingreso de divisas que tiene el sector agroexportador de todo el país.
Yo veo que están en una zona de confort, tratando de hacer el mínimo esfuerzo inversor, y con razón porque el país no da garantías de continuidad de las reglas de juego. Cualquier inversión que se haga en el sector de hidrocarburos requiere períodos de maduración de 10 o 20 años.
–Muy largo plazo para nuestros vaivenes, ¿no?
– Tengamos en cuenta que 20 años son 5 gobiernos y cada uno viene con un libreto distinto. Es necesario que el próximo trate de hacer un marco legal y normativo que trascienda su periodo así cualquiera que asuma en el 27 o en el 31 lo mantenga. De otro modo va a ser muy difícil las inversiones. Hoy me enteré que Enel, que es una de las principales empresas de energía del mundo de origen italiano, se va de Argentina. La compañía vende sus activos acá, que están en Edesur, parte de El Chocón, Central Costanera y algo más. ¿Por qué? porque van a seguir en Colombia, en Chile y en Brasil porque en esos países no corre el riesgo político-institucional, que es lo que nos perjudica a nosotros. Con el kirchnerismo no se pueden esperar inversiones.
–Y estas políticas comenzaron hace 20 años…
-Claro. Estas políticas intervencionistas y de subsidios empezaron en 2003, este es el cuarto gobierno kirchnerista con el intervalo del Presidente (Mauricio) Macri y destruyeron al sector energético. Cayó todo, inversión, producción… y el año que viene es muy probable que gane la oposición y ya tendría que estar trabajando para tener la batería de leyes para presentar el 11 de diciembre en el Congreso. También ya tendrían que estar viendo cómo explicarle a la gente cuál es el mal menor por dejar de vivir de subsidios. Es una ficción que hace que en un primer momento nos sentimos mejor porque pagamos poco pero eso se traduce en inflación, en brecha cambiaria y falta de dólares.