Los propietarios de una chacra se sorprendieron a notar “un manchón” de petróleo en medio de su plantación de peras. La preocupación aumentó cuando comprobaron que se trataría de una pérdida de un pozo abandonado.
Ocurrió el pasado 20 de octubre en una perforación que se realizó hace 40 años aproximadamente y que había sido cerrado por la empresa YPF. El propietario de la chacra realizó una denuncia ante Fiscalía por temor a que exista una contaminación en su producción de peras.
El Columnista de Centenario y temas vinculados a la actividad hidrocarburífera, Adriano Calalesina, explicó cómo en LU5 ocurrieron los hechos en la chacra de 27 hectáreas que se encuentra en plena producción. Dentro de la propiedad se encuentra un pozo petrolero antiguo, que habría sufrido una rotura en un sistema de derivación provocando “un manchón” en uno de los sectores.
Se trata del “Pozo 136 del Río Neuquén” que no se encuentra operable actualmente y que cuenta con una producción marginal. Se estima que las instalaciones no cuentan con el mantenimiento adecuado.
El productor es además exportador y debe certificar la calidad de su producción, lo que le podría generar importantes pérdidas. Otra de las grandes preocupaciones es que el petróleo llegue al río Neuquén debido a su cercanía.
La gran pregunta es ¿pueden coexistir las fruticultura y los hidrocarburos en un mismo territorio? Sin duda se trata de un problema que genera un profundo debate.