Los servicios ferroviarios quedan paralizados desde el primer minuto de este martes por una huelga de 24 horas de los conductores de trenes de La Fraternidad liderados por Omar Maturano, que desoyó la conciliación obligatoria dictada por el Gobierno en el conflicto por el pago de un bono de 50 mil pesos a jubilados y pensionados y la eliminación del Impuesto a las Ganancias planteado por la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (Ugatt).
En cambio, el transporte de pasajeros en colectivos funcionará normalmente debido a que la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que conduce Roberto Fernández, informó que «momentáneamente queda suspendida la medida de fuerza anunciada para mañana martes 8».
La Ugatt emitió un comunicado firmado por su titular, Maturano, en el que ratificó que «a partir de las 00 hs del día 8 de noviembre hay paro a nivel nacional de 24hs».
En la nota distribuida a las 21.50 con el título «Honrando a nuestros padres», la entidad dijo que «si algo aprendimos de nuestros padres y madres es tener palabra. La forma que tenemos de dignificar su educación y cultura de trabajo, es cuidando con nuestro propio esfuerzo lo que hicieron por nuestra crianza, nuestros queridos jubilados y pensionados de todo el país«.
«Confirmamos la medida de acción directa anunciada con la pertinente antelación para que se tomen las medidas correspondientes, y con la suficiente sensibilidad y responsabilidad que tenemos las y los trabajadores del transporte», añadió.
Dijo además que «si nos olvidamos de dónde venimos, nunca sabremos hacia dónde vamos. Gracias a dios y la virgen, las y los trabajadores del transporte, la logística y los servicios fuimos bien educados. ¡Defendemos a nuestros iubilados!».
Entre otros gremios, además de los maquinistas de La Fraternidad, están los remiseros, camioneros de Santa Fe, personal de carga y descarga y los recolectores de residuos de Córdoba.
Asimismo, se suma a la huelga la seccional Oeste del Ferrocarril Sarmiento que lidera Rubén «Pollo» Sobrero, quien dijo que la medida fue resuelta en una asamblea y que «es una pena que muchos gremios del transporte miren para otro lado», y pidió que «de una vez por todas escuchen a nuestros compañeros jubilados».
Por su lado, la UTA, informó que «se han iniciado conversaciones con el gobierno a fin de buscar alternativas para arribar a soluciones urgentes, frente al reclamo por la recomposición en los haberes de nuestros jubilados».
Por ello, añadió, «acordamos establecer un plazo para que se presenten las pautas oficiales que den respuesta al pedido formulado por la Ugatt».
«Entendemos que las autoridades nacionales han comprendido la emergencia y justicia de nuestro pedido, y confiamos en su compromiso, para que en los próximos días puedan hacernos llegar una propuesta que garantice los derechos de nuestros mayores, y respete la dignidad que se merecen, tras años de esfuerzo brindando un servicio esencial a toda la sociedad», afirmó.
La cartera de Trabajo impuso la Ley 14.786 de conciliación obligatoria ante la convocatoria a la huelga general de la relanzada Ugatt, que encabeza el líder nacional del Sindicato de Conductores de Trenes La Fraternidad, Omar Maturano, informó la cartera laboral.
El Secretariado Nacional de la Ugatt, organización paralela a la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) del también ferroviario Sergio Sasia, había convocado y ratificado la semana anterior en Tucumán el paro general.
Maturano condenó la aplicación del Impuesto a las Ganancias sobre los viáticos y las horas extraordinarias y feriados que los «obligan a trabajar», y sostuvo que «la puja en paritarias no es por más o menos porcentaje sino por la dignidad de los trabajadores».
«Ante la vorágine devastadora de la inflación», la Ugatt había ratificado el paro y reclamó «para diciembre el pago de un bono de 50 mil pesos para los jubilados y pensionados y la eliminación de Ganancias», sostuvo entonces.
Maturano afirmó la necesidad de «honrar a los padres»; señaló que «los únicos privilegiados son los niños y los ancianos», y aseguró que «los trabajadores activos del sistema formal aportan a la previsión social para que la vida de los jubilados y pensionados sea digna y disfrutable, un mandato peronista que no es cumplido».
Añadió que el sector pasivo sufrió con la grave pandemia a partir del «encierro y la imposibilidad de ver a sus seres queridos y, hoy, no llega a fin de mes».
También ratificó que «el salario no es ganancia, que es producto de la rentabilidad del capital, mientras el trabajo es esfuerzo intelectual o manual para producir productos y/o servicios, por lo que ante el cambio del mínimo no imponible la Ugatt exige que no se descuenten horas extras, viáticos y vacaciones», había puntualizado el sindicalista.
«Las subas del mínimo no imponible son y serán insuficientes ante la escalada inflacionaria que detona el bolsillo del pueblo trabajador. No es posible someter a la industria y a sus empleados a no realizar tareas porque no les es rentable», puntualizó.
Fuente: Telam