Los cinco equipos integrados por alumnos de los colegios secundarios ganadores del concurso Cansat 2022 lanzaron con éxito sus picosatélites suborbitales en el predio de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) de Córdoba, y el ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, afirmó que este hecho «demuestra la capacidad de nuestras escuelas técnicas de formar chicos con desarrollo tecnológico y hacer sus aportes mostrando lo que aprendieron».
El clima fue ideal en Falda del Cañete para los vuelos de los satélites creados por los jóvenes de la Escuela Técnica N°9 D.E 7 «Ing. Luis A. Huergo» (CABA), Instituto Técnico San José de Justiniano Posse (Córdoba), Instituto Técnico Salesiano Villada (Córdoba, Escuela Provincial de Educación Técnica N° 3, de Pirané (Formosa) y Escuela Provincial de Educación Técnica N° 18, de Puerto Esperanza (Misiones).
El ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, celebró el desarrollo del concurso que tuvo punto final hoy, y en diálogo con Télam señaló que «Argentina ha relanzado todo su plan espacial, que incluye la fabricación y el diseño de satélites propios, y Argentina es uno de los pocos países del mundo que está en condiciones de hacerlo».
«También hemos retomado la fabricación del lanzador argentino, el Tronador 2, que esperamos en el 2027 poder tenerlo y ser el primer país de la región en condiciones de lanzar sus propios satélites», suscribió el funcionario nacional, y consideró que «al mismo tiempo necesitamos profesionales, jóvenes que tempranamente desarrollen su pasión, su vocación por lo espacial».
«Este concurso ha mostrado casi mil proyectos en todo el país, más de 5.000 chicos trabajando, casi mil escuelas en todo el país, lo que demuestra la capacidad de nuestras escuelas técnicas, secundarias, de formar chicos con desarrollo tecnológico y ser originales, hacer sus propios aportes y estar hoy acá compitiendo y mostrando lo que aprendieron», valoró Filmus.
Por su parte, el director ejecutivo y técnico de la Conae, Raúl Kulichevsky, expresó que «hoy es un día festivo para la Conae. Es un privilegio tener la oportunidad de ver el entusiasmo de jóvenes estudiantes con las actividades que hacemos en nuestra agencia espacial, de poder brindarles la oportunidad de iniciarse en este sector y que sepan que pueden hacerlo en la Argentina».
«Esta es la primera competencia Cansat que se realiza en el país. Estamos muy contentos con la convocatoria, que superó ampliamente las expectativas. Así que ya estamos planificando una nueva edición», dijo Kulichevsky.
Con el fin de acercar la ciencia y la tecnología a estudiantes de colegios secundarios, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) diseñaron la Convocatoria Cansat Argentina.
Cansat es una iniciativa internacional impulsada por varias agencias espaciales del mundo, entre ellas la NASA (EEUU) y la ESA (Europa), que propone a estudiantes construir una carga útil, cuyo tamaño no supere el de una lata de gaseosa, y lanzarla en un cohete hasta una altitud aproximada de un kilómetro. De allí, el término CAN (lata) y SAT (satélite), por sus siglas en inglés.
Filmus también destacó que «es una emoción ver a los docentes contentos, los chicos abrazándose. Realmente es una posibilidad única que tienen, haberlos invitado, que estén aquí. Esperamos que muchos de ellos sean ingenieros, que estén trabajando en el futuro en la Conae, en Arsat, en Veng, en la Invap, en las empresas que se dedican a esta área», confió.
En su visita a Córdoba, Filmus también tiene en agenda recorrer por la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), y ratificó que el objetivo es «apoyar el desarrollo de la industria aeroespacial».
«Argentina supo tener, por la década del 50, la fabricación del primer avión, el Pulqui. Fue un orgullo enorme. Hemos tenido una industria aeronáutica muy importante que por falta de inversión del Estado se estancó y hoy estamos con toda la disposición, la fuerza y los recursos que son necesarios para recuperar esa tradición. Seguimos trabajando para que Argentina tenga, también, soberanía en torno a ese tipo de tecnologías», aseguró Filmus.
Los estudiantes y su experiencia espacial
Los jóvenes participantes de los grupos también opinaron tras cada lanzamiento.
Santiago Bas, encargado de la parte mecánica del grupo Ad Astra, de la escuela misionera con el proyecto Seus, expresó: «Sinceramente todavía no caigo de que nos haya salido bien. Sufrimos bastante a último momento porque tuvimos unos contratiempos con la telemetría, pero por suerte funciono y fue mucho más de lo que esperábamos».
«La misión secundaria de nuestro satélite consistió en la dispersión de ioduro de plata, y obtener datos de telemetría básica como altitud barométrica, presión y temperatura»
Tomás Giraudo, del Instituto Villada de Córdoba, admitió que estaban «muy ambiciosos. Anoche casi no pudimos dormir de la ansiedad. Tuvimos un percance: no se abrió el paracaídas, pero pudimos hacer en vivo y en directo un test de resistencia a una caída de 300 metros y el satélite está intacto. Pudo recibir toda la telemetría, la misión se cumplió».
«Los datos que obtenemos con nuestra misión después se utiliza para la calibración de radares meteorológicos, que se usan para los pronósticos», agregó Giraudo, y reconoció que «es una experiencia que no la vamos a olvidar, compartimos con los otros grupos, nos relacionamos muy bien. Creamos un gran equipo de Cansat y nos deja sensaciones geniales».
Martín Sánchez, de la escuela Huergo -de Capital Federal– participó con el equipo Caelus y aseguró que «todo salió mejor» de lo esperaban, «es un resultado satisfactorio», agregó.
«Particularmente me parece una iniciativa muy interesante. Quiero dar las gracias a todo el equipo porque en serio sé que es muy importante incentivar la ciencia en los pibes. Eso es lo que me apasiona, estoy muy agradecido por todo esto», agregó Sánchez.
Camila Farías, de la escuela de Formosa e integrante del equipo Meraki, dijo con mucha emoción que «acaban de lanzar nuestro cohete y la misión salió rebien, así que estamos contentos. Queremos agradecer a la Conae, a la UTN y a todos que gracias a ellos se hizo posible esto».
Estar en la Conae «es una sensación increíble, todavía no caigo, estuvimos también con el ministro Filmus, así que muy contentos», celebró Farías, quien agregó que con el satélite su equipo tiene como misión principal medir «temperatura y presión. Y la segunda es humedad, presión y altura», agregó Farías.
La joven estudiante contó que el proceso para llegar a esta instancia fue «una montaña rusa de emociones, a veces estábamos bien, de a ratos mal, y ahora estamos acá, así que estamos contentos de haber llegado».
Nazareno Orzo, del grupo ElectroSix, proveniente de Justiano Posse, contó que para llegar a la instancia de lanzamiento «fue muchísimo trabajo. Teníamos muchísimos nervios, más allá de eso el lanzamiento fue un éxito, el censado fue perfecto».
«Nosotros censamos presión y temperatura a través de la misión primaria, y nuestra misión secundaria es censar monóxido y dióxido de carbono. Lo hacemos con el objetivo de concientizar a la gente de todos los gases malignos que tenemos en nuestro ambiente, y que no es normal», cerró Orso.
La competencia Cansat arrancó en junio pasado con 850 equipos inscriptos de colegios secundarios de todas las provincias del país.
En total, 4.500 alumnas y alumnos recibieron capacitaciones por parte de profesionales de la Conae y de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) con el objetivo de adquirir los conocimientos, las herramientas y los materiales necesarios para realizar el desarrollo del proyecto.
Tras superar diferentes instancias de la competencia, llegaron a la final los cinco equipos, cuyos Cansat debieron cumplir la misión primaria propuesta por la Conae: medición de presión y temperatura durante el tiempo de vuelo, y la transmisión de esos datos a la estación terrena, al menos una vez por segundo.
Fuente: Telam